Cuando Guillermo Fernández Vara fue nombrado consejero de Sanidad (en 1999), el gobierno de Juan Carlos Rodríguez Ibarra tan solo contaba con una mujer: Ana Garrido, que fue precisamente quien sustituyó a Vara al frente de Bienestar Social (su cargo anterior). Es un solo ejemplo para evidenciar que, casi 20 años después, la foto del Ejecutivo autonómico es muy diferente.

Más allá de analizar si las políticas de igualdad tienen la eficacia real que se esperaba, lo cierto es que la imagen que se lanza desde Extremadura es de un gobierno liderado por mujeres que, curiosamente, no se conformó en un principio de esa manera. Cuando en 2015 Vara recuperó la presidencia de la Junta, creó solo cinco consejerías, y tres de ellas lideradas por hombres: José Luis Navarro en Economía e Infraestructuras, Santos Jorna en Agricultura y José María Vergeles en Sanidad. Pero solo este último sigue en el cargo. Los otros dos han sido sustituidos por dos mujeres: Olga García y Begoña García, respectivamente. Además, en Cultura e Igualdad, creada posteriormente, también hay otra consejera, Leire Iglesias.