Iberdrola ha convertido a Extremadura en el centro de su estrategia renovable en España, de tal forma que tras la puesta en marcha del parque solar Núñez de Balboa (500 MW), el más grande de Europa, afrontará en los próximos meses la construcción de siete proyectos fotovoltaicos que suman 728 MW de potencia.

En un comunicado, la compañía ha explicado que su "ambicioso" plan de inversión en renovables ha sumado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de cuatro plantas fotovoltaicas que tramita en la provincia de Cáceres, con un total de 300 MW.

Tres de ellas integran el Complejo Arañuelo y suman 150 megavatios (MW) y la cuarta, situada también en la provincia de Cáceres, es la instalación fotovoltaica Arenales, con otros 150 MW de potencia instalada.

Ubicadas en la comarca de Almaraz, las plantas Arañuelo I, II y III -de 50 MW cada una- estarán integradas por 12.514 estructuras fijas y 366.180 paneles solares.

El proyecto incluye además un sistema de almacenamiento de energía, mediante el uso de una innovadora batería.

Por su parte, la planta fotovoltaica Arenales, de 150 MW de potencia instalada, estará formada por 390.840 paneles solares.

La inversión conjunta de estos proyectos se eleva a 180 millones de euros.

Los nuevos desarrollos involucrarán en su construcción a más de 1.000 profesionales en períodos de punta y contarán con un alto componente local, con la participación de empresas como Ecoenergías, para los trabajos de ingeniería y medio ambiente, o Imedexa para el suministro de torres de alta tensión.

Estos cuatro nuevos proyectos se suman a las dos plantas que Iberdrola desarrollará en el término municipal de Cedillo -Majada Alta y San Antonio-, con una potencia instalada conjunta de 100 MW, para las que ya ha obtenido también la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Las obras de construcción de todos estos proyectos se activarán una vez se obtengan las autorizaciones administrativas y las licencias de obra.

Además, en Extremadura, la planta fotovoltaica Ceclavín (328 MW) se encuentra en la fase final del proceso administrativo e Iberdrola ya prepara el inicio de su construcción, que involucrará a 800 profesionales.

El proyecto representa una inversión de 250 millones de euros y, una vez en operación, suministrará energía a una población equivalente de 175.385 hogares/año y evitará la emisión de 110.000 t CO2/año.