Iberdrola y Naturgy firmaron ayer por la mañana con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) un protocolo que concreta el acuerdo para el cierre de todo el parque nuclear español entre 2027 y 2035, al que también se espera que se sumen EDP y Endesa la próxima semana. Conforme a este documento, la primera central en clausurarse sería la de Almaraz, cuya Unidad I dejaría de estar operativa en el 2027, mientras que la II pararía un año después. Según indicaron fuentes del sector, el protocolo concreta el cronograma de los cierres programados de las cinco instalaciones (siete reactores) y los periodos de solicitud de renovación de los permisos.

No obstante, César Vizcaíno, presidente del comité de empresa de la Central Nuclear de Almaraz, resaltó que «de momento no existe una petición oficial de la empresa» que especifique por cuánto tiempo se solicitará la prórroga de su permiso de explotación, al tiempo que recordó las informaciones que apuntan a que han vuelto a generarse discrepancias en este aspecto entre Endesa, propietaria de un 36% de la insatalación cacereña, e Iberdrola y Naturgy, que poseen un 53% y un 11%, respectivamente. «Ahora mismo todo sigue siendo un mar de dudas», apostilló.

Hoy está previsto que la dirección de la central mantenga una reunión en Madrid con la representación de los trabajadores. «En teoría nos tienen que comunicar la decisión que tengan pero dudamos que hayan tomado ninguna todavía, por todo lo que está pasando», dijo Vizcaíno, quien teme que hasta el 31 de marzo, último día de plazo para solicitar el permiso, «no se conozca» por cuánto tiempo se solicita. En principio, será el próximo martes cuando la junta de propietarios de Almaraz se reúna para tomar la decisión definitiva. Él, por su parte, volvió a incidir en que la instalación cumple con todas las exigencias para que se puedan pedir «diez años más».

TASA DE GESTIÓN

Según lo contemplado, el primer grupo de Almaraz, que entró en operación en septiembre de 1983, renovaría la licencia de explotación por 7,4 años, y el segundo, que entró en operación en julio de 1984, lo haría por 8,2 años, llegando así la vida de la central a los 44 años.

EDP, que cuenta con una participación del 15,5 % en la central de Trillo, está previsto que selle también el documento la próxima semana, igual que Endesa, después del consejo de administración que celebrará el próximo lunes y en el que debe dar luz verde a su firma.

Sin embargo, en la última conferencia con analistas para presentar resultados de 2018, el consejero delegado de esta compañía, José Bogas, afirmó que la energética estaba «alineada» con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno, pero como ‘hoja de ruta’ hasta 2030 en el camino hacia la transición energética, aunque consideró que debía ser «indicativo». Así, señaló que «nadie sabe lo que va pasar en los próximos años» e indicó que era necesario seguir la evolución del plan y adoptar decisiones según vaya siendo una realidad en el futuro.