La compañía eléctrica Iberdrola, a través de su filial de Distribución, ha revisado alrededor de 3.000 kilómetros de sus líneas eléctricas en Extremadura durante los seis primeros meses del año con el objetivo de reforzar la seguridad de suministro y seguir mejorando la calidad de servicio, según informa la compañía. Esta ha inspeccionado líneas de muy alta, alta y media tensión para «garantizar su fiabilidad y funcionamiento en las mejores condiciones frente a las inclemencias meteorológicas». Las revisiones están orientadas a detectar posibles anomalías en los elementos que componen este tipo de instalaciones.