La compañía eléctrica Iberdrola ha revisado en Extremadura 3.200 kilómetros de líneas eléctricas, con el objetivo de "mejorar la seguridad en suministro este invierno y la calidad del servicio en la región", según señala la empresa y recoge la agencia Europa Press. En concreto, se han revisado más de 400 kilómetros de líneas aéreas de muy alta tensión, de 132 kilovoltios (kV) es de obligado cumplimento -RD 1955/2000-, e implica un reconocimiento general "de cara a detectar las anomalías más habituales en una instalación de estas características", entre las que cita la rotura de aisladores, daños por rayos, caída de arbolado, obras de construcción o edificación próximas, etcétera. Por otro lado, la compañía indica que el resto de actuaciones las ha desarrollado por iniciativa propia de forma que se han analizado cerca de 2.800 kilómetros de sus líneas aéreas. Esta actuación, que se ha desarrollado en 150 kilómetros de líneas aéreas de muy alta tensión, 600 de alta tensión y 2.000 de media tensión, ha consistido en un "reconocimiento exhaustivo de todos los elementos de estas instalaciones eléctricas, analizando uno a uno todos los apoyos y efectuando las mediciones necesarias para la detección de posibles anomalías". Asimismo, la empresa ha revisado por infrarrojos, análisis termodinámico, otros más de 50 kilómetros de líneas. Esta acción, llevada a cabo en los meses previos al invierno, consiste en el reconocimiento de estas infraestructuras mediante cámaras termográficas transportadas en helicóptero o por un equipo de operarios a pie. Se mide así, explica Iberdrola, la temperatura de las instalaciones, lo que permite detectar aquellos puntos que mantienen temperaturas inadecuadamente altas (puntos calientes) y evaluar el rendimiento que tendrán ante una posible punta de demanda de electricidad. Por último, Iberdrola realizó trabajos de poda en los árboles que tienen más riesgo de contactar con las líneas por un importe de 250.000 euros.