Nuevo paso en firme en la región en el camino de las renovables. Una parcela de más de 1.300 hectáreas entre Torrecillas de la Tiesa y Alceacentenera albergarán la mayor planta solar fotovoltaica de Europa, con 590 megavatios y una inversión de más de 300 millones de euros. El proyecto liderado por Iberdrola y con la extremeña Ecoenergías del Guadiana como codesarrollador, desbancará de la primera posición a la planta Nuñez de Balboa: con 500 MW de potencia y también en suelo extremeño (en Usagre). Solo con estos dos proyectos, Iberdrola ya supera la potencia que gestiona en la central nuclear de Almaraz (tiene el 50% de 2.000 MW). Con las seis plantas que tiene en ejecución o en trámites en la región, alcanzaría ya el 80% del total de la potencia instalada en la central, antes de que se produzca el cierre.

La nueva planta llevará el nombre de Francisco Pizarro y acaba de presentarse a trámite ante el Ministerio de Transición Ecológica, lo que supone un paso definitivo para su próxima construcción. En la práctica, ese trámite indica que Iberdrola cuenta ya con todos los recursos para poner en pie el proyecto: dispone del terreno y del recurso solar adecuado, así como de un acceso a la red y una evacuación eléctrica. Aún así, antes de que se puedan iniciar los trabajos de ejecución (previsiblemente a finales del 2020) queda aún por delante un trámite administrativo en dos frentes (con el Ministerio de Transición Energética y la Junta de Extremadura) que se puede prolongar entre 12 y 15 meses, para obtener la declaración de impacto ambiental favorable (no habría problemas según los estudios ambientales previos hechos por la compañía) y la autorización administrativa para la construcción.

«Extremadura está siendo clave en España en el desarrollo fotovoltaico, porque tiene el recurso solar y tiene el suelo para poder llevarlo a cabo. Es una región estrella del desarrollo fotovoltaico», valoró ayer en declaraciones a este diartio el director general de Energías Renovables de Iberdrola, Julio Castro.

Francisco Pizarro ocupará una superficie de 1.300 hectáreas entre los municipios de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentenera y, durante la ejecución, podría llegar a generar hasta mil puestos de trabajo en la zona. La puesta en marcha está prevista para el año 2022 y superará a la planta fotovoltaica Núñez de Balboa, la más grande del continente ahora. Según los datos de Iberdrola, el proyecto generará energía limpia suficiente para abastecer a 375.000 personas al año (supera la cifra de habitantes de Cáceres y Badajoz); y evitará la emisión a de 245.000 toneladas de CO2 al año.

A LA CABEZA/ Con Francisco Pizarro, la energética eleva a más de 1.600 los megavatios fotovoltaicos que tiene ya en construcción o tramitación en la región, lo que sitúa a Extremadura en el centro de su estrategia renovable en Europa. Este volumen de desarrollo representa un 80% de los megavatios renovables que la compañía ha previsto en sus planes de inversión en Extremadura y que prevén llegar a los 2.000 MW en el 2022, aunque en la región aún «hay potencial de crecimiento», asevera Castro, que sostiene que junto a los que están en pie hay otros proyectos «en cartera, aunque aún en fase de desarrollo». «Pero habrá más», afirma.

Desde marzo la compañía construye la planta fotovoltaica Núñez de Balboa en Usagre (el principal proyecto de estas características en suelo europeo), con 500 megavatios de potencia instalada y la previsión de emplear a 1.000 personas hasta su puesta en marcha en 2020. La iniciativa cuenta con la participación de empresas locales como Ecoenergías del Guadiana, Imedexsa, Cubillana, Elaborex y el Instituto Aeronáutico.

Junto a este, el más importante ahora, están otros cuatro proyectos de menor dimensión en Extremadura, pero ya «en avanzado estado de desarrollo», señala Iberdrola. Se trata de las plantas fotovoltaicas de Ceclavín (328 MW), Arenales (150 MW en suelo urbano de Cáceres) y Campo Arañuelo I y II (con 50 MW cada una).

Todos estos proyectos forman parte del plan de relanzamiento de energías limpias diseñado por Iberdrola. La compañía puso en marcha en 2001 su estrategia de renovables, que se ha impulsado ahora con descarbonización emprendida por Europa.