El sector del ibérico, castigado por una tremenda crisis desde el 2007, afronta esta montanera, por vez primera en varios años, con cierto optimismo. Desde enero, el precio del ibérico de cebo, tanto intensivo como extensivo, ha aumentado más de un 30% y los costes de producción han caído algo gracias a la bajada de precios de los cereales --aunque, lamentan los ganaderos, en mucha menor proporción los primeros que los segundos--. También se recuperó la subasta en la Feria de Zafra, suspendida en la edición anterior de la muestra por la mala situación del sector, y la puja arrojó unos buenos números. ¿La luz al final del túnel? "Es la primera vez desde hace muchos años que tenemos un poco de luz en el sector. Hay una reactivación en el mercado de los animales vivos y eso ya de por sí es suficientemente importante. Pero yo no me atrevería a hablar de una recuperación en toda regla. Conviene que esperemos a ver cómo se desarrolla la venta de productos esta campaña de Navidad", señala Elena Diéguez, secretaria técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber). "Este año el clima es considerablemente distinto tanto en el sector primario como en el transformador, pero debemos ser pacientes y ver si se consolida la situación", incide esta responsable de Aeceriber, que puntualiza, además, que la mejora parece de mayor entidad porque "partimos de unos niveles muy bajos".

En lo que va de año, la arroba de cerdo de cebo en intensivo ha pasado de cotizar en Extremadura a 20,71 euros a 27,71 euros, lo que supone un encarecimiento del 33,8%. En el caso del cebado en extensivo, de 20,5 euros se ha pasado a 27,05 euros (+32%). Los precios más altos desde 2008 en ambos casos. La duda ahora es si ese incremento se trasladará también a la producción de bellota en una proporción similar.

De momento, en Aeceriber avanzan que los tratos que se están cerrando ya para esta montanera ponen de manifiesto unos precios "bastante superiores" a los que hubo la campaña pasada, si bien "en ningún caso" estas operaciones tienen la horquilla que habitualmente ofrecen las producciones de bellota frente a los de cebo intensivo. A juicio de Diéguez, con el cebo rondando los 28 euros, el máximo de la bellota debía estar seis euros por encima, "como mínimo, y eso todavía no se ha producido, pero vamos en esa línea. Esta es una de las cosas importantes que tenemos que esperar, que el mercado de la bellota finalmente se consolide y se recupera ostensiblemente frente a años anteriores".

Diéguez remarca la importancia de que se reactive la venta de productos para que las industrias puedan ir dando salida a los stocks a medida que se vaya finalizando su proceso de producción ya que, apunta, las industrias continúan bastante asfixiadas en cuanto a tesorería y financiación. Y en tanto esa situación perdure, será complicado que puedan entrar a comprar al mercado a unos precios elevados. "No cabe duda de que tenemos más alegría de la que había hace seis meses pero vamos a ver el tiempo que nos dura. No lancemos las campanas al vuelo con excesiva rapidez porque el sector está, además, muy vapuleado y muy reticente a recuperar la actividad, la producción normal, tanto de las explotaciones de cría como en las de cebo".

Antonio Prieto, responsable de Ganadería y Olivar de UPA-UCE Extremadura, se muestra más escéptico respecto a esta mejora que considera "puntual" y que atribuye fundamentalmente al recorte en el censo de animales y a que paulatinamente las industrias han podido deshacerse de la producción que tenían en bodega, con lo que la oferta ha disminuido y ha presionado al alza los precios. "Prácticamente, todo lo que se había ido produciendo en estos años de crisis se ha vendido de una forma u otra, aunque fuese a precios muy bajos", arguye. "Ahora, cuando comiencen los contratos en montanera, a ver si se prima lo que es la calidad, porque lo que se ha primado de aquí

para atrás es que no había animales", subraya. Solo si el aumento de precios que ha habido en el cebo se traslada a montanera, Prieto piensa que se podrá hablar entonces de "un acicate para que haya una recuperación".

Entre diciembre del 2007 --cuando se alcanzó el máximo histórico-- y mayo del año pasado el censo de ganado porcino ibérico en España pasó 2,96 millones de ejemplares a 2,19, con lo que la reducción fue del 26,7% del total. En estos años, muchas explotaciones han echado el cierre o han cesado su actividad a la espera de tiempos mejores. Para este responsable de UPA-UCE, "el suelo ya se ha tocado. Más ajuste ya no puede haber porque está todo ajustado al mínimo y se estaría poniendo en peligro un sector económico. Y subir, pues depende de la alegría que haya en el mercado". No obstante, Prieto resalta que el sector de ibérico "antes crecía y decrecía muy rápidamente", pero ahora, tras haber sufrido una crisis "tan larga, no sabemos si realmente hay capacidad financiera para volver a tener animales en el campo o en el cebadero".

Los ganaderos también se han beneficiado en los últimos meses de una tendencia a la baja en el precio de los piensos, pero que rápidamente es matizada por Antonio Prieto. "Esto ha sido momentáneo", argumenta, para criticar a renglón seguido que, aunque los costes de producción hayan disminuido --la alimentación de los animales constituye el grueso de ellos--, no lo han hecho al mismo nivel que los precios de los piensos. "Los cereales han bajado en torno a un 30% y los piensos del 10% o 12%. Si fuera al contrario y se encareciesen los cereales, automáticamente, los piensos subirían al mismo nivel", sostiene.

SECTOR TRANSFORMADOR Fuentes de Iberaice, la patronal española de la industrias del sector ibérico, también reconocen que este año "tras todo el proceso de ajuste tan traumático que ha habido", entre los industriales se respira una ambiente mejor, a la espera, eso sí, de cómo vayan tanto la campaña de montanera en el campo como la de Navidad en los comercios y la hostelería. En ambos casos los precios se cerraron hace ya tiempo, y la sensación, se apunta, es que "en líneas generales" han sido algo mejores que el año pasado, aunque la situación varía según "el tipo de producto y el posicionamiento comercial de la empresa".

En una reciente entrevista a la revista Alimarket , el presidente de Iberaice, Carlos Díaz, destacaba que en el 2013 se ha producido "un drástico recorte de los animales sacrificados, en unas cantidades que consideramos se sitúan por bajo de la demanda real de productos ibéricos", lo que ha llevado a los precios a situarse "en máximos históricos". Unos precios que las industrias, dijo, ya han comenzado trasladar, si bien no en su "totalidad", de modo tal que para mantener las producciones se necesita o bien "una cómoda posición financiera, o bien un recorte de las producciones".

Desde Iberaice se destaca que el precio de los jamones está acercándose progresivamente a los niveles previos a la crisis mientras que los de los embutidos o los lomos ya lo han alcanzado. "De este modo el ibérico de bellota, que podría situarse en peor posición por unos stocks que con toda probabilidad se agotarán esta campaña, podrá elevar su precio movido por la presión al alza de los jamones de cebo", aseguró en la mencionada entrevista.