Algunos compradores de inmuebles y fincas de Olivenza se sorprenden al comprobar en las escrituras del registro de la propiedad que tienen que efectuar pagos en especie destinados a la Santa Casa de la Misericordia de este municipio pacense. Entre ellos figuran cargas anuales como la entrega de un carnero o de media gallina.

La figura que determina estos pagos se denomina censo y, según explica Miguel Angel Vallecillo --autor de varios libros sobre esta institución caritativa-- tienen su origen en el testamento de grandes mecenas portugueses. "Los grandes señores dejaban en herencia a la Casa de Misericordia una serie de posesiones, a cambio de que se rezara por ellos. Entonces la Santa Casa las acensuaba para sacar un beneficio de la propiedad", precisó. La institución religiosa --fundada a inicios del XV y que ahora aloja una residencia de ancianos-- antiguamente atendía a enfermos, acogía a los huérfanos y realizaba obras de caridad.

Vallecillo subraya como casos más curiosos, tres censos. "Uno de ellos data aproximadamente de 1470 y consiste en entregar a la Santa Casa una mitad de pollo cada 23 de diciembre" Otros obligan a dar un carnero la víspera de San Juan, o trece litros de aceite. Respecto a la posibilidad de anular estas cargas, el presidente de la Hermandad de la Misericordia, Aniceto Fernández, apuntó que existe la posibilidad de que los nuevos propietarios "levanten el censo", con consentimiento de la junta directiva de la Casa de la Misericordia.