La Archidiócesis de Mérida-Badajoz ha amonestado a los fieles a través de un editorial de la revista Iglesia en camino , donde refleja que el redondeo de los donativos en las colectas de misa ha hecho caer la recaudación entre un 20% y un 30%. El artículo indica que "los antiguos donantes de una moneda de cien pesetas, en lugar de ascender a la de un euro se han dejado caer a los cincuenta céntimos (un 20% menos) y cosa parecida en otras monedas fraccionarias".

El editorial recuerda las obligaciones y necesidades de una diócesis, y refleja que "eso requiere medios materiales y éstos han de ser suministrados por los fieles", para concluir señalando que todo ello requiere "una mentalidad y unas actitudes que no son precisamente las del redondeo del euro".

El artículo llega en un momento en el que se acaba de conocer que el déficit de la archidiócesis se multiplicó por siete en el 2001, hasta alcanzar los 872.000 euros. Esta situación se debe --aún no se contabiliza el efecto euro -- sobre todo a la fuerte caída de los ingresos por rendimiento del patrimonio que pasaron de los 1.170.000 euros del año 2000 a apenas 43.679 euros en el 2001.

Por ello, el llamamiento que se recoge en Iglesia en camino está más que justificado, ya que si los ingresos por el cepillo caen un 30% esta archidiócesis dejaría de ingresar más de 760.000 euros, con lo que el déficit se dispararía a 1.633.000 euros, sobre un presupuesto de menos de 6,5 millones de euros.

En cuanto al conjunto de la Iglesia extremeña, el redondeo supondría un impacto a la baja en los ingresos que superaría el millón de euros.