Menos personas que marcan la casilla de la Iglesia y menos recaudación que sale de Extremadura hacia la Conferencia Episcopal. Es el balance del último año en la región de los datos de la declaración de la Renta de 2017 (correspondientes a la actividad económica de 2016). La institución eclesiástica ha perdido, con respecto al ejercicio anterior, a 12.863 extremeños.

Si en la recolecta de 2015 hubo 220.910 contribuyentes de la comunidad (el 46,86%) que marcaron esta casilla -lo que significa dejar de aportar un 0,7% a la hucha común para destinarlo directamente a la Iglesia-, en la de 2016 la cifra fue de 208.047 (el 44,70%). En cuanto a la pérdida económica, la diferencia entre un ejercicio y otro supuso 28.679 euros menso (-2,15%). La cantidad económica es mínima si se tiene en cuenta que de la Renta de 2016 la Conferencia Episcopal recibió de la comunidad más de 4,1 millones de euros. Esto significa que quienes han dejado de aportar son, principalmente, las rentas más bajas.

La caída de contribuyentes ha sido la tónica general en todo el país. Aún así, Extremadura sigue siendo de las comunidades que más aporta a la institución eclesiástica a través del IRPF. Eso sí, si en 2016 estaba en segunda posición (solo se situaba por delante Castilla-La Mancha), en 2017 ha pasado al tercer puesto (esta vez por detrás también de La Rioja).

Asimismo, Badajoz se ha convertido esta vez en la segunda provincia con más fieles al IRPF de la Iglesia, con el 47,91% de los declarantes. Solo está por encima Ciudad Real, donde más de la mitad (el 51,89%) marcan esta casilla. No obstante, el porcentaje pacense ha caído en dos puntos con respecto al ejercicio anterior.

¿Cómo se reparte?

Más del 80% del dinero que llega a través de la declaración de la renta a la Conferencia Episcopal se remite a las diócesis, las cuales lo emplean, entre otros gastos, en abonar nóminas (entre Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia suman, por ejemplo, 620 sacerdotes).

A Cáritas, entidad encargada de llevar programas sociales y de inclusión, sólo se remite un 2,5% de esa cuantía recogida por la casilla del IRPF (aunque esta asociación también recibe de la opción de «fines sociales» de la Renta). Por comparar, a campañas propias de financiación de la Iglesia se destina un 1,9%.

Habría que recordar que el proceso de autofinanciación de la institución eclesiástica se inició en el año 1979. Pero, realmente, la cuarta parte de su presupuesto procede del dinero que los ciudadanos aportan voluntariamente cuando hacen su declaración de la Renta. Esa posibilidad es una excepción que el Gobierno ofrece al contribuyente desde 1988.