No son trabajadores de segunda. Esto es lo que defienden los celadores, un colectivo que se ha sentido ignorado y menospreciado por parte de las administraciones públicas desde hace años, pero más si cabe durante el transcurso de la crisis del coronavirus. Al igual que los médicos y el personal de enfermería, el celador es un profesional fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de los centros sanitarios, a pesar de que en muchas ocasiones no se reconozca su labor. Muchos de ellos han estado durante la pandemia en primera línea haciendo frente al virus y teniendo contacto directo con los pacientes, no obstante, denuncian que no se les ha tomado en consideración y han recibido un trato desfavorable.

Con el fin de dar voz a las demandas del colectivo se ha puesto en marcha la plataforma ‘Reconocimiento para el celador Ya’, que el pasado jueves convocó concentraciones en numerosos hospitales del país para dejar constancia de que quieren trabajar con la misma dignidad que cualquier profesional sanitario, con las mismas garantías y en igualdad de condiciones. De hecho, tienen previstas nuevas convocatorias el 13 de agosto y el 10 de septiembre. La primera de sus demandas es que sean considerados personal de riesgo, no de bajo riesgo como los calificó el Ministerio de Sanidad en un protocolo de actuación frente al covid-19 que se publicó a principios de marzo.

«El protocolo lo edita el Ministerio, pero son las gerencias de salud las que lo aplican y al final es una cuestión de interpretación, porque por nuestras funciones sí entraríamos en el apartado de personal de riesgo», sostiene Rosario González, celadora en el Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres). «Ante la escasez de medios de protección recortan del personal que no tienen problemas para cubrir, porque al no hacer falta una titulación para trabajar como celador puede entrar cualquiera y si se pone uno malo, se llama a otro», apunta.

En un manifiesto elaborado por la plataforma, el colectivo expone que esta clasificación ha originado que, en numerosas ocasiones, la protección de los celadores haya sido insuficiente e inadecuada. A su juicio, esto ha provocado que hayan sido el colectivo con más porcentaje de contagios por coronavirus del Sistema Nacional de Salud e incluso haber tenido que lamentar el fallecimiento de cinco compañeros. «En mi hospital tuvimos una cantidad enorme de bajas de celadores», puntualiza González. En este sentido, destaca que en su centro hospitalario tuvieron escasez de materia durante los momentos fuertes de la pandemia: «Estuvimos con bolsas de basura como en muchos sitios de España y dependiendo de donaciones».

«Nosotros estamos con el paciente desde el principio hasta el final, porque por donde pasa un paciente hay un celador detrás. Ejercemos una labor física y psicológica porque no solo movemos al paciente, sino que también somos su paño de lágrimas. No vamos en contra de nadie, lo único que pedimos es que se nos reconozca algo que es de justicia», apunta Felisa Sierra, celadora del Hospital de Mérida.

Formación

Otra de las reivindicaciones de estos profesionales es que se oferte una formación de calidad. «Las administraciones competentes deben dar un paso más en la ya conseguida cualificación profesional del celador, poniendo en funcionamiento de una vez por todas el Real Decreto 1790/2011 donde se define y aprueba», señala el manifiesto de la plataforma. Los celadores también reclaman una actualización del estatuto de personal no sanitario, que data del 1971, y no reconoce la figura de la celadora. «Más del 70% de los celadores de España somos mujeres. El estatuto va en contra de la igualdad, está obsoleto y es retrógrado», subraya González. Las dos últimas cuestiones que reivindica el colectivo son «más difíciles» de conseguir, ya que la competencias sanitarias están transferidas a las comunidades. En cualquier caso, González señala que los celadores piden una equiparación salarial en todas las regiones y que en la carrera profesional sea la antigüedad el criterio que se unifique.

Con respecto al tránsito por la ‘nueva normalidad’, las dos celadoras hacen un llamamiento a la ciudadanía para que cumplan con las medidas higiénico-sanitarias y de seguridad, al subrayar que el coronavirus sigue presente. «La situación no se arregla luego saliendo a aplaudir en los balcones», afirma González. Ambas manifiestan que han vivido unos meses muy duros, sobre todo psicológicamente, por lo que no estarían preparadas para volver a pasar por ello. «Nadie está preparado para que vuelva a repetirse todo esto, ya no por nosotros, que nos hemos enfrentado cada día al virus, sino por nuestras familias», puntualiza Sierra.