TAtlgo tengo claro. Lo que haga un partido político en esta ciudad, aunque sea bueno, bonito y barato, para la oposición es malo, feo y caro. Así nos va.

Viene la Navidad y con ella la iluminación de sus calles. Concentrar los arcos, estrellas y otros motivos en el centro es lo que ocurre en todas las ciudades, intentar que la luz llegue a todas las barriadas emeritenses siempre me ha parecido un gasto innecesario. En todas las ciudades que visitas, toda la iluminación se centra en las zonas comerciales. Al dejar este año las barriadas, puede ser más abundante la iluminación en el centro. Otra cosa es que se sepa iluminar adecuadamente, porque hay veces que son auténticas horteradas.

Mérida tiene más de 20 barriadas, si se ilumina una, hay que iluminar todas. Sería lo más justo. En tiempos de bonanzas era un reto y un gasto que ahora estamos pagando todos. En Madrid se ilumina el centro, precioso, pero solo el centro y todos lo visitan.

Mérida debe centrarse solo en determinadas calles comerciales y no dejarse influir por nadie: Santa Eulalia, Camilo José Cela, Félix Valverde Lillo, Trajano, que con el arco puede quedar de lujo, Cervantes, Rambla y si hay presupuesto, las perpendiculares a la calle Santa Eulalia. También la calle Romero Leal, por acoger el templo de Diana.

Este gasto es necesario, la ilusión de todos al llegar la Navidad no se pude perder, como el voto a la Inmaculada en la Concatedral de Santa María, al no tener ya las Concepcionistas. El día de la patrona Santa Eulalia con sus actos religiosos y la apertura de las pitarras, como la de Santiago Carrasco, que es la única que se visita sin invitación.

Llega la Navidad a pasos agigantados. Dejemos de atacar a todo lo que se hace, por una y otra parte y, centrémonos en hacer las cosas bien realizadas y que los ciudadanos disfrutemos, que con los tiempos que corren, no es para estar como gallos de pelea. Y a pasar bien el puente que nos espera.