Un total de 1.280 juguetes fueron intervenidos por la Policía Local de Badajoz y el Instituto de Consumo de la Junta de Extremadura en una operación conjunta llevada a cabo en distintas tiendas y bazares de origen asiático de diferentes barriadas de la capital pacense.

Los artículos se encontraban expuestos para su venta en estos establecimientos, a pesar de estar prohibida su comercialización por su peligrosidad para los niños, ya que muchos contenían piezas pequeñas o cuerdas que podían enrollarse en el cuello, o se desmontaban fácilmente quedando expuestas las pilas de botón y las bolas luminosas que contenían en su interior.

La intervención se inició cuando agentes adscritos a la Unidad de Cometidos Especiales y Consumo (UCEYC) de la Policía Local detectaron en una tienda un artículo para niños sobre el que había alertado el Instituto Nacional de Consumo, debido al riesgo de asfixia que podía provocar en el caso de rotura, porque las piezas podían ser ingeridas accidentalmente.

Una vez inmovilizados cautelarmente estos artículos, se informó al Instituto de Consumo que inspeccionó las diferentes tiendas de la ciudad, levantando actas los inspectores en ocho de ellas. Algunos de los artículos no llevaban el logotipo de la CE ni advertencias sobre su peligrosidad en niños menores de 36 meses.

Tras concluir las inspecciones, se procedió a la destrucción de todos estos artículos.