Las primeras valoraciones no oficiales realizadas por los técnicos sobre los daños originados el miércoles por un incendio en las instalaciones de la empresa pimentonera El Angel, y que obligó a evacuar a los vecinos de Aldeanueva del Camino, aseguran que los daños podrían elevarse a cuatro millones euros.

La valoración exacta, indicó el alcalde, Dionisio Castillejo, "no se puede hacer hasta que el fuego esté totalmente apagado, todavía hay en las instalaciones pequeños rescoldos que humean", explicó mientras coordinaba las tareas de protección.

No obstante, según los técnicos, las perdidas en infraestructuras rondarían los tres millones de euros y las de mercancías cerca de uno, ya que en esta época la empresa está en temporada baja. Gran parte de la maquinaria de la factoría era nueva, ya que hacía poco más de dos meses que se había instalado, "incluso un molino de última tecnología dirigido por ordenador también se ha quemado", comentó un empleado. Esta máquina era la única instalada en Extremadura hasta la fecha por las empresas pimentoneras.

A última hora del miércoles, dos técnicos de la compañía aseguradora La Estrella se personaron en las instalaciones para hacer un primer balance de los daños. La causa más probable del incendio es la chispa de una radial que se utilizó el día antes en unas de las naves, aunque también se baraja la hipótesis de que podría ser "una chispa que saltara de un molino triturador", argumentó el alcalde, que incidió en que "hasta que no esté todo apagado no se puede entrar a investigar".

PRECAUCIONES Por otro lado, un grupo de bomberos del Sepei de Plasencia continúa enfriando la zona para evitar que sigan ardiendo los rescoldos que quedan y que el humo afecte a los vecinos de la zona.

Lo que sí parece claro es que la totalidad de la fábrica ha quedado inservible, al igual de la maquinaria que se estaba utilizando para el proceso del pimentón. Los bomberos indicaron que todas las instalaciones están en mal estado, "lo que está originando el no poder entrar en muchos sitios por el miedo a que se derrumben los muros o las cubiertas".

También una patrulla de la Guardia Civil custodiaba durante la jornada de ayer, por orden judicial, toda la zona del incendio para evitar que los curiosos entraran en las instalaciones.