Las llamas continúan haciendo estragos en puntos del norte de la región. En la Sierra de Tormantos, en Tornavacas, un incendio al parecer originado por un pirómano lleva calcinadas desde el viernes varios cientos de hectáreas de monte alto. A pesar de que en la noche del sábado el fuego parecía estar controlado, el viento hizo que las llamas se reavivaran en la mañana del domingo, según confirmaron ayer los vecinos de la zona.

El incendio se ha desarrollado en una zona muy agreste y los vehículos tienen muchas dificultades para acceder, lo que ha contribuido a que las llamas lleguen a la Reserva Natural de la Garganta de Los Infiernos y a la reserva regional de caza, según aseguró Francisco Martín, teniente de alcalde de Tornavacas.

El edil explicó que "más del 60% de la superficie local de la reserva se está quemando, no se sabe cuántas hectáreas son, pero creemos que varios cientos". Martín aseguró que gran parte del ganado que pastaba por la zona ha tenido que ser evacuado para pasar a la zona quemada.

Al cierre de esta edición, el fuego continuaba activo. En el incendio estaban trabajando dos hidroaviones, tres helicópteros, tres brigadas contra incendios de la Brif, ocho retenes y cinco camiones del Sefoca. No obstante, desde la Junta de Extremadura aseguraron ayer que no existe riesgo para la población.

Por otro lado, los incendios ocurridos en Oliva de Mérida y Arroyo de San Serván ya están extinguidos, al igual que el de Jaraíz de la Vera, que se originó en una escombrera y que tardó en apagarse más de seis horas, según informaron fuentes de la Junta, que aseguraron que los actuales incendios no son tan graves como los de agosto.