Seis años de carrera, meses preparando el MIR, cuatro horas de examen y ahora se acercan al día clave, en el que elegirán tanto la especialidad médica en la que se van a formar durante cuatro o cinco años como el lugar de su formación, con total incertidumbre, «sin información, ni transparencia». Es la queja generalizada de los cientos de aspirantes a las plazas de formación sanitaria (no solo de los médicos) que superaron el examen del pasado enero (hubo más de 800 opositores en la región) y que se han visto afectados por una convocatoria diferente este año, sin calendario previo y por los efectos del covid-19.

En situaciones normales, la elección de las plazas de especialización comienza a finales de abril por turnos y presencialmente en el Ministerio de Sanidad y la incorporación a los hospitales y centros de salud tenía lugar a finales de mayo. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha trastocado no solo el calendario habitual sino también la gestión del proceso y está generando malestar entre los aspirantes, que el domingo celebraron una protesta vía Twitter que fue ‘trending topic’ en España.

El pasado viernes se enteraban por el BOE de que la elección de sus plazas se hará de forma telemática (se prevé para julio) y a través de una lista de opciones preferentes que tendrán que presentar y que no podrán modificar doce horas antes de cada turno de elección. «Como si esto fuera hacer la lista de la compra. Lo normal es decidir a última hora según las plazas que vayan quedando y tus intereses, pero no decirlo a ciegas y con tanta antelación sin poder saber qué han elegido las personas que están delante de ti. Queremos una elección justa y con garantías», reclama Rafael Rebelo, uno de los extremeños que ha superado el examen MIR. Y avisa: «esta fórmula puede generar luego muchas renuncias y plazas desiertas con la necesidad que hay».

Buscar la mejor fórmula

«Entendemos la situación que nos ha tocado vivir, no estamos pidiendo que se hagan actos presenciales si no es posible, pero al menos que el proceso telemático pueda ser a tiempo real, que se busque alguna fórmula, porque hay mucha gente que hasta última hora está entre dos o tres opciones y según vea las vacantes que van quedando se decanta por una opción u otra. Pero eso no es posible si nos obligan a hacer una lista doce horas antes, de esta forma solo nos queda esperar a ver qué nos regala el ministerio de nuestra lista de deseos», explica Marina Dionisio, otra de las aspirantes extremeñas. «Creemos que hay soluciones intermedias mejores de las que se ha planteado, como hacerlo presencialmente en grupos pequeños a través de las subdelegaciones del Gobierno o si tiene que ser telemático con algún sistema que permita la elección en tiempo real», añade. Esta cacereña, que estudió Medicina en Badajoz, está entre esos aspirantes que no tiene claro qué especialidad decidir. «Dudo entre Pediatría y Medicina de Familia y dependerá de la situación en ese momento según mi turno para elegir (está en torno al 4.400)».

Más clara tiene su elección Abelardo Martín, de Cáceres. Este joven médico no duda de que escogerá Medicina de Familia. «Es lo que siempre me ha gustado». Pero tampoco sabe si cuando le llegue su turno estará libre una unidad docente que quiere o no. «De la manera que proponen nos someten a un nivel de incertidumbre muy alto. Además, a los de Familia nos lo ponen doblemente difícil, porque en mi caso además de la especialidad tengo que elegir hospital y centro de salud», señala Abelardo, que pide sobre todo que se les tenga en cuenta para decidir la mejor forma de gestionar su futuro. «Lo que más me molesta es la falta de información, entiendo que estamos en una situación excepcional, pero no se nos está teniendo en cuenta. Elegir plaza haciendo una lista enorme de preferencias y sin poder modificarla nos deja sin capacidad de maniobra ante nuestra decisión más importante».

«Estamos en desventaja»

Este médico cacereño lamenta además que la vía telemática no contempla otra posibilidad que era habitual en la elección presencial, correr el turno. «Si tu pareja elige mil puestos después que tú, podías correr el turno y esperar a conocer su elección y decidir tú también en ese momento con las plazas vacantes, pero ahora eso no será posible y limita también la vida personal de los opositores». Y a esto se suma que los futuros residentes tampoco están pudiendo visitar centros y hospitales para conocer cómo será su formación antes de decantarse por un lugar u otro. «Nos estamos informando telefónicamente y por la redes con otros residentes, pero sin poder ir a los centros y eso contribuye también a la incertidumbre».

Pero esta última parte del proceso que se ha visto alterado por el coronavirus no es la única queja de los nuevos MIR, que hablan de otras «irregularidades». En la convocatoria de este año la fecha de examen se anunció con apenas veinte días de antelación, sin calendario orientativo y se introdujeron «por sorpresa» cambios importantes en el modelo de examen con 50 preguntas y una hora de duración menos. «Decían que era para quitar presión a los aspirantes, pero nos han generado más porque con menos opciones las notas se igualan mucho más», apunta Marina.

A esto se añaden problemas con la baremación de los méritos académicos -se ha cambiado la fórmula- y el retraso en la publicación de la lista de resultados definitivos que ha variado sustancialmente las posiciones provisionales. «La situación generada por el coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso», concluyen.