Que la ilusión y la magia de la Navidad no se pierdan nunca. Miles de personas, mayores y pequeños, salieron ayer a las calles de Mérida para recibir con honores a su majestades de Oriente. Melchor, Gaspar y Baltasar brillaron con luz propia en una cabalgata que pasará a la historia por ser la más inclusiva de las que se recuerden. Durante un tramo de unos 300 metros, desde el inicio del recorrido hasta el comienzo de la avenida Juan Carlos I, toda la caravana discurrió en silencio para que pudieran disfrutar de ella todas las personas, incluidas quienes tienen alguna discapacidad, y fueron muchos los ciudadanos que eligieron este punto.

La tradicional cabalgata que antecede a la noche más mágica del año fue a su vez una de las más participativas de los últimos tiempos, ya que contó con unos 1.100 participantes, que repartieron un total de 7.000 kilos de caramelos. En concreto, la comitiva estuvo integrada por una veintena de carrozas confeccionadas por colectivos vecinales, asociaciones y entidades privadas, dos artefactos, un camión de bomberos de la Diputación Provincial de Badajoz y 14 pasacalles.

Los Reyes Magos desfilaron desde las carrozas preparadas por los vecinos de las barriadas de Nueva Ciudad (Melchor), La Corchera (Gaspar) y La Antigua (Baltasar). El cortejo real partió desde la urbanización Prointisa, a las cinco y media de la tarde, y discurrió por la rotonda de las Tres Fuentes, avenida Juan Carlos I, Extremadura, calle Almendralejo, paseo de Roma, calle Cava y plaza del Rastro. A su llegada a la plaza de España, sus majestades salieron como es tradición al balcón del ayuntamiento emeritense para saludar a los niños.

Toy Story, Pinocho, Peter Pan, y la abeja Maya, entre otros personajes, no faltaron a su encuentro con los más pequeños. También hubo música en directo del grupo Los Cassettes, que iban en la carroza de Cadena Cien, y nadie pasó por alto la de Star Wars.