El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio remitió ayer a la Central Nuclear de Almaraz la autorización administrativa para aumentar un 8% la potencia de su unidad I. De esta forma, la planta extremeña podrá incrementar su producción eléctrica y obtiene además un nuevo mensaje de optimismo sobre su continuidad más allá del 2010, una decisión que debe tomar el Gobierno español antes del verano, previo informe técnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La comunicación llegó en la mañana de ayer, según informaron fuentes de la planta, y permite que la Unidad I, actualmente en fase de parada por recarga, comience las pruebas para comenzar a operar con su nueva potencia --pasará de 980 megawatios de potencia instalada a 1.040, o lo que es lo mismo, podrá producir más de 18.000 megawatios de electricidad anuales, mil más que hasta ahora.

El principio el ministerio no ha impuesto nuevas condiciones. Se mantienen las fijadas por el CSN, que el pasado 25 de noviembre emitió un informe favorable sobre el incremento de potencia, aunque fijando una serie de pruebas para certificar el funcionamiento adecuado de la planta bajo sus nuevas características.

Ahora la Unidad I deberá entrar en una fase de comprobaciones antes de volver a acoplarse a la red. Según fuentes de la planta, no es previsible que pueda volver a estar operativa y produciendo energía antes de navidad. Por lo que los trabajos podrían alargarse hasta la primera semana del 2010.

Actualmente, y desde el pasado 4 de noviembre, el reactor de esta unidad esta parado para cumplimentar la pertinente recarga de combustible, que se realiza cada 18 meses. En este tiempo, además, se ha aprovechado para realizar distintas mejoras en el diseño, como la sustitución del alternador, pieza clave para poder culminar este aumento de potencia. "Todos esos trabajos ya están prácticamente terminados. Se están rematando", señalan desde Almaraz.

La decisión del ministerio llega apenas dos meses antes de que el CSN finalice sus inspecciones en la planta para emitir el informe, favorable o desfavorable sobre la continuidad o no de la central hasta el año 2020. Si este organismo regulador encuentra que no se dan las condiciones técnicas para que siga operando más allá del próximo año, la planta nuclear no podrá seguir operando más allá de verano. De lo contrario, si el dictamen es positivo, el Gobierno tendrá la última palabra. En este sentido hay que recordar que el compromiso del Ejecutivo es cerrar las centrales según vayan cumpliendo su ciclo de vida útil. A Almaraz aún le faltan 10 años para llegar a esa situación.