El almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares se aleja definitivamente de Extremadura. Salvo que se produzca un giro de 180 grados a última hora, no se construirá en Albalá. La candidatura del municipio cacereño ha sido la peor valorada en el informe técnico realizado por la comisión interministerial encargada del proceso de elección del emplazamiento de esta instalación. El Consejo de Ministros estudió ayer el documento y tomará la decisión la próxima semana. El municipio valenciano de Zarra y el catalán de Ascó son los que parten con ventaja al tener las mejores valoraciones.

El documento llegó ayer a la mesa del Gobierno, que comenzó a estudiarlo e incluso comunicó a la Comunidad Valenciana que Zarra era la elegida. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, también avisó de esta circunstancia al resto de comunidades autónomas afectadas. Sin embargo, antes de finalizar el Consejo de Ministros, el Ejecutivo decidió aplazar la decisión y encargó un estudio jurídico complementario. Según la vicepresidenta Primera, María Teresa Fernández de la Vega, el veredicto podría conocerse la próxima semana.

De la Vega también quiso matizar que el informe no es vinculante ni determina la candidatura ganadora, sino que valora las alternativas siguiendo criterios estrictamente técnicos. Pero lo cierto es que el documento fija las posiciones en la recta final del proceso por hacerse con esta instalación. En este sentido, la candidatura extremeña queda prácticamente descartada. Solo ha obtenido 170 puntos, muy por detrás del resto de opciones: Congosto de Valdivia (Palencia), 218 puntos; Santervas de Campos (Valladolid), 228; Melgar de Arriba (Valladolid), 228; Villar de Cañas (Cuenca), 272; Yebra (Guadalajara), 290; Ascó (Tarragona), 300; y Zarra (Valencia), 304. Esa puntuación se ha elaborado atendiendo a distintos factores técnicos --como la ubicación, las infraestructuras o las comunicaciones--, que han sido puntuados con notas de cero a diez.

Según publica la Agencia EFE, que ha tenido acceso al informe, algunos de los aspectos que más han perjudicado a Albalá han sido su proximidad a yacimientos de uranio y la disponibilidad del suelo --la localidad había ofrecido terrenos en su dehesa boyal--. En este sentido, el documento señala que ninguno de los lugares propuestos por los candidatos puede afectar a intereses estratégicos, salvo la localidad extremeña --donde hay permisos de investigación para granito y uranio-- y Congosto --con una reserva del Estado para el almacenamiento geológico de CO2--.

OBJETIVO 2015 La Comisión Interministerial subraya en su estudio la necesidad de disponer de la instalación en el 2015, por lo que recomienda "no comprometer la viabilidad del proyecto y reducir en la medida de lo posible las incertidumbres" en relación a la obtención de licencias para el almacén nuclear. En este caso, de nuevo Albalá y Congosto salen mal paradas, al considerarse que la recalificación de los terrenos ofrecidos requeriría un mayor esfuerzo.

Por contra, el informe valora que todas las ubicaciones propuestas están alejadas de grandes núcleos de población, que no forman parte de espacios protegidos, que tienen unas características geotécnicas favorables y que están próximas a carreteras de acceso de suficiente anchura, aunque destaca a Ascó por su proximidad al ferrocarril.