El Gobierno ha descartado subir los impuestos al vino, al cava y a la cerveza. Sin embargo, sí ha aprobado un alza de los gravámenes sobre las bebidas alcohólicas que afectará a las que tienen una mayor graduación. La tasa será del 5% y también subirán las que recaen sobre los cigarrillos y el tabaco para liar, el 2,5% y el 6,8%, respectivamente. Con ello prevé ingresar 150 millones adicionales. Los tributos sobre alcohol y tabaco son inferiores a la media europea.