Un innovador procedimiento para elaborar vinos de mayor calidad pero a un coste más bajo, un aperitivo funcional a base de membrillo y zumo de pera, la aplicación de plantas aromáticas en la industria agroalimentaria, y una serie de propuestas para la explotación integral del castañar extremeño. Son las cuatro iniciativas que ha decidido reconocer este año el jurado de los Premios Ctaex a la Innovación Tecnológica Agroalimentaria. Los galardones, que alcanzan ya su novena edición, se dividen en dos modalidades, nuevos productos y nuevos procesos, con tres categorías cada una de ellas: estudiantes, empresarios y trabajadores.

María del Carmen Montero de Espinosa ha obtenido el premio dentro de la categoría estudiantes de la modalidad nuevos productos. Esta ingeniera técnico agrícola propone desarrollar industrialmente un nuevo aperitivo elaborado con membrillo, zumo de pera y queso, y que incluye también un derivado apícola, el propóleos, que lo dota de un carácter funcional. "La tendencia ahora es buscar que los alimentos no solo te aporten un valor nutritivo, sino que también tengan un valor para la salud", resalta. La viabilidad de este aperitivo se analizará en el primer semestre del 2012 en las instalaciones del Ctaex.

El propóleos es una sustancia que fabrican las abejas y con la que cubren las paredes de la colmena con el fin de combatir bacterias, virus y hongos. Su lista de propiedades terapéuticas "es inmensa", asegura Montero: antivirales, cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas o antialérgicas, entre otras. A pesar de que aquí es bastante desconocido, Montero resalta que en países como Japón o EEUU su uso "está por encima incluso del de la miel".

Dentro de esta misma modalidad, pero en la categoría empresarios, se ha reconocido un proyecto que lidera el balneario El Raposo y en el que también toman parte Embutidos Morato, Graginsa y Vitilosa. Con su desarrollo se busca obtener aceites esenciales y extractos de plantas aromáticas y medicinales para su posterior utilización en las industrias cárnica y vinícola.

Se trata de sustituir dos aditivos químicos, los sulfitos (en el caso de los vinos) y los nitritos (en el del jamón) por los derivados obtenidos de estas plantas medicinales. En el primero de los tres años que dura el proyecto se ha pasado del cultivo de 26 tipos de plantas, al de solo cuatro (lavandín, salvia, orégano y romero). "Son las que presentan mejores características agronómicas", detalla Ignacio Cortés, director general del balneario El Raposo. Una vez que se concluya la obtención de los aceites y extractos naturales, serán Embutidos Morato y Vitilosa quienes tengan que comprobar cómo se comportan al aplicarlos en los procesos de vinificación y curado. La producción se hace además en condiciones totalmente ecológicas, sin emplear productos químicos y aprovechando el agua del propio balneario. Aquí es la empresa de ingeniería Graginsa la que se encarga de "aportar el conocimiento hidráulico", necesario.

Este proyecto ha dado pie, además, a abrir una nueva línea de investigación: el estudio de las ventajas que proporcionaría el uso de estos aceites mezclados con el fango termal de este balneario. "Podría ser terapéutico a la hora de tratar enfermedades degenerativas del aparato locomotor". En esta investigación se trabaja junto con las universidades de Extremadura y Vigo.

"En Extremadura se cultiva la castaña, pero no se transforma, no conozco ninguna industria transformadora que lo haga, por lo que la mayor parte de la producción acaba fuera", explica Alvaro Pérez, ganador en la categoría trabajadores (Premio Especial Caja Extremadura). Su proyecto pretende tanto intentar crear nuevos productos elaborados a partir de la castaña como incentivar a las empresas para que se decidan a su transformación, tal y como ya se hace en otras regiones.

En relación al primer aspecto, algunas de las ideas sugeridas son el puré o el turrón de castañas, el marrón glacé y la destilación de licores. Fuera del ámbito alimentario se plantea la posibilidad de obtener rendimiento de los residuos vegetales que origina un castañar, transformándolos en abono o biomasa.

Dentro de la modalidad nuevos procesos se ha premiado una iniciativa del consorcio de empresas que encabeza Olivareros y Viticultores Sociedad Cooperativa de Ribera del Fresno, en el que también toman parte la Sociedad Cooperativa Virgen de la Estrella (Los Santos de Maimona) y las Bodegas López Morenas. Su proyecto tiene dos vertientes. Por un lado, ha permitido que estas dos cooperativas, que producen tanto vino como aceite, puedan utilizar en ambos procesos la misma maquinaria que antes solo servía para molturar la aceituna. De esta forma, pueden prescindir de la otra inversión, lo que supone un ahorro de unos cien mil euros.

Para pasar de un producto a otro apenas si hay que limpiar el equipo y cambiar alguna pieza. Tanto en Ribera del Fresno como en Los Santos de Maimona producen ya vinos con este procedimiento (que está en vías de patentarse) "El resultado ha sido extraordinario", asegura Victoriano Sayago, director gerente de Olivareros y Viticultores. El otro objetivo de este proyecto es elaborar vinos sin anhídrido sulfuroso, un producto que se añade al vino como "conservante y desinfectante". De esta parte de la investigación se encargará fundamentalmente Bodegas López Morenas.

Dentro de la modalidad de nuevos procesos, las categorías de estudiantes y trabajadores han quedado desiertas.