La innovación es uno de los ejes fundamentales para el desarrollo, según reitera el Gobierno extremeño cada vez que tiene ocasión; y lo es en todos los ámbitos: educativo, empresarial, sanitario, etcétera. Sin embargo, los datos reflejan que, al menos entre buena parte de las empresas, el mensaje no ha calado. La Encuesta sobre Innovación en las Empresas 2009, publicada por el INE, señala que Extremadura está a la cola del país en gastos en actividades innovadoras y que en el último año recortó el presupuesto de las empresas para esta cuestión en 65,2 millones de euros (un 56%). El pasado año, gastaron 50,4 millones en innovación, y solo se le aproximan Baleares (54,9) y La Rioja (64,9), muy lejos de las demás. Ese gasto lo realizaron 309 empresas, frente a las 402 que realizaron actividades innovadoras en el año 2008.

Se da la circunstancia de que cuanto más grandes son las empresas, menos gastan en innovación. Así, de esos 50,4 millones, 37,9 se los gastaron aquellas con menos de 250 empleados; frente a los apenas 12,5 que destinaron las macroempresas. Este hecho se repite en la mayoría de comunidades autónomas, salvo en las que más dinero destinan a esta cuestión, que son Madrid, Cataluña y País Vasco, respectivamente, matizando que son las regiones más industrializadas.

Pero, estos datos no empañan la buena labor innovadora que realizan empresas extremeñas. El pasado 1 de diciembre el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX) entregó sus premios a la innovación tecnológica agroalimentaria a emprendedores y empresas que han realizados proyectos para la elaboración de cebolla caramelizada con jugo de ciruelas pasas y Aloe vera, la obtención de bioactivadores a partir de fuentes alternativas, el procesado de lomos de tenca, la fabricación de caramelos de variedades de uva mediante la incorporación de excedentes vinícolas, la generación de tabacos singulares de Extremadura, y la creación de un gel energético de higo. Por todas estas iniciativas han sido galardonados Jesús Gil Soto, el consorcio empresarial liderado por Extremeña de Abonos Líquidos, Alvaro Pérez Marco, Carmen Villalobos Ribera, el consorcio liderado por Tabacoex y Martín Alcántara Barbero.

Además, hace apenas tres semanas el Grupo Area de Derecho recibía el Premio Neex a la Mejor Trayectoria por su moderna concepción de la abogacía en la que las nuevas tecnologías tienen un papel primordial. Junto a él otras cuatro grandes ideas y proyectos empresariales surgidos del Programa Nueva Empresa Extremeña (Neex) de la Junta recibían el reconocimiento por la puesta en marcha de iniciativas innovadoras. Se trata del Centro Turístico Granja Los Linares, en Casas de Reina, premio a la Mejor Idea de Negocio, que vincula la explotación ganadera con el agroturismo, una granja escuela, y actividades deportivas al objeto de fijar población en este núcleo rural; Rústicos Extremeños, premio a la Empresa Innovadora por la fabricación de piezas cerámicas que se iluminan en la oscuridad; El Cortijo del Jamón, premio a la Mejor Empresa de Ambito Rural, un restaurante asador en Logrosán que combina las comidas con una tienda de productos ibéricos y paquetes turísticos para los visitantes; y Favasa Foods, firma de Almendralejo especializada en semitransformados y comercio internacional de aceitunas rellenas de distintos sabores con destino al sector alimentario de gran volumen.

LA SITUACION EN ESPAÑA Por otro lado, al margen del 56% de recorte presupuestario de las empresas en innovación en Extremadura, también cayó en Canarias (-40,8%), La Rioja (-37,8%) y, en menor medida, en Navarra (-1,8%) y País Vasco (-0,61%). Por el contrario, las únicas regiones que cuentan con datos positivos son Aragón (+1,8%) y Castilla y León (+0,65%). Madrid gastó el pasado año 6.850 millones en innovación empresarial; Cataluña casi 3.500 y el País Vasco 1.780.

A nivel nacional, el gasto en actividades para la innovación tecnológica alcanzó los 17.637 millones en el año 2009, un 15% menos que en el 2008.