La crisis favorece los impagos, con todos los daños colaterales que ello conlleva, y el sector inmobiliario, uno de los más castigados, tampoco se libra en esta ocasión. La morosidad en los arrendamientos creció casi un 10% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior. La cantidad media que adeudan los extremeños morosos también ha subido este año hasta los 3.319 euros --un 3% más que el año anterior--, una de las cuantías más bajas del país. Los datos son fruto del último estudio del Fichero de Inquilinos Morosos, una nueva herramienta a disposición de las agencias inmobiliarias y los particulares con propiedades en alquiler que lo deseen para fichar al deudor.

Y es que la desconfianza y la falta de información sobre el inquilino son algunas de las razones por las que los propietarios no quieren arrendar sus viviendas en muchas ocasiones. Los objetivos de este fichero, inscrito en el Agencia Española de Protección de Datos, son minimizar los riesgos de morosidad para el propietario y ofrecer periódicamente información demoscópica --mediante encuestas de opinión y comportamiento-- sobre la evolución de la morosidad en el alquiler de viviendas.

Por provincias, la morosidad se ha incrementado más en Badajoz, donde supera el 10%, que en Cáceres, con un incremento del 9% respecto al primer trimestre del 2009. También las cantidades adeudas son dispares en ambas provincias. En la primera la cuantía media supera los 4.000 euros, mientras en Cáceres alcanza los 2.300 euros; el valor habitual de entre cuatro y ocho meses de la renta mensual.

Detrás de este incremento de morosos hay también más procesos judiciales abiertos por desahucio. Así lo confirma el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cáceres, Luis Alberto Alonso, a la espera de conocer los datos estadísticos. Un verdadero problema para el que no paga y el que no cobra que llega a los juzgados cada vez con más frecuencia.

Hasta cuatro meses puede durar el desalojo definitivo del arrendatario moroso en la región, pero "también puede haber procesos que se demoren por problemas añadidos con las notificaciones o recursos planteados por las partes", explica Alonso. Para intentar que la solución a este tipo de contenciosos no se eternice, como sucedía hasta ahora, entró en vigor a principios de 2010 la Ley de Fomento del Alquiler (LFA), una normativa que implicó, a su vez, la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley de Propiedad Horizontal.

Esta nueva legislación agiliza de forma considerable todos los procedimientos y facilita la percepción de las rentas en un plazo máximo de dos o tres meses, "pero su eficacia real habrá que comprobarla con la práctica". "Con la situación actual aunque se haya planteado esta agilización, lo cierto es que los juzgados tienen una importante carga de trabajo con acumulación de procedimientos", precisa Alonso.

NUEVOS MOROSOS Hay más casos y además nuevos tipos de morosos. "Ahora personas que han sido siempre cumplidoras de sus obligaciones respecto a la vivienda pueden desatender sus pagos, con retrasos e incumplimientos, lo que hace que aparezcan otros perfiles que antes no eran habituales". Para evitar que sigan aumentando estas situaciones, el colegio cacereño recomienda prevenir: desechar aquellos arrendatarios que no ofrecen solvencia económica y pedirles que acrediten su capacidad de pago mensual. "Para ello es muy beneficioso acudir a los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, dado que establecen filtros en la contratación, evalúan el perfil del cliente e incluso proponen arrendadores medios que aseguran el cobro de la renta". Una garantía que puede evitar problemas futuros.