La Unión Europea, el Gobierno central y las comunidades de Extremadura y Castilla y León han sumado sus esfuerzos y recursos económicos para tratar de salvar al desmán ibérico, un desconocido animal que sólo habita en la península ibérica --cuya presencia revela la buena salud de un río--, pero que se encuentra en peligro de extinción.

El esfuerzo de las instituciones, a las que se han sumado varias fundaciones públicas y privadas, se plasmó ayer en la presentación del proyecto europeo Life+ 'Desmania', en un acto celebrado en Plasencia y presidido por José Antonio Monago.

El jefe del Ejecutivo extremeño dijo que se trata de una joya "desconocida" de la fauna ibérica e insistió en que es "relevante" garantizar su supervivencia.

Monago citó a los agricultores y ganaderos extremeños como los protagonistas "y artífices" de la riqueza medioambiental actual de la comunidad y de su estado de conservación, e incidió en que el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental no son incompatibles sino que se deben complementar para crear riqueza, empleo y bienestar.

Aunque muy similar a la rata, el desmán ibérico (galemys pyrenaicus) está emparentado con los topos y es uno de los mejores indicadores de la buena salud de los ríos de montaña, pero los abusos en la detracción de agua, las nuevas barreras físicas (presas o azudes) y la expansión del visón americano han arrinconado a este pequeño mamífero.

En la presentación de 'Desmania' intervinieron, además de Monago, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro.

Ramos señaló que el desmán es una "joya faunística" muy desconocida y amenazada y destacó la responsabilidad de conservarlo por tratarse además de un "excelente bioindicador" de la salud de los ríos y los ecosistemas en los que habita.

El objetivo de este proyecto Life+, dotado con 2,6 millones de euros, será el de coordinar una respuesta rápida para tratar de invertir la regresión de la especie y atenuar las amenazas que durante los últimos años la han llevado al borde de la extinción, y para ello han diseñado una "estrategia nacional" que define las acciones que se van a llevar a cabo durante los próximos años.

El proyecto plantea actuaciones urgentes para conservar los hábitats en los que habita este pequeño mamífero, y de forma indirecta para favorecer a otras especies de flora y de fauna, además de que las mejoras que se consigan sobre las riberas de los ríos y la calidad del agua repercutirán sobre otras actividades como la pesca deportiva.

Posteriormente, Monago y Ramos se desplazaron hasta Zarza de Granadilla para visitar el centro de cría en cautividad del lince ibérico con el fin de reintroducirlo en áreas en las ya se ha extinguido.