El Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Intaex) ha incorporado nuevos equipos de última generación destinados a investigación, pero que también pone a disposición de las empresas, para proyectos comunes y para mejorar la calidad de sus productos y su competitividad. Así se puso de manifiesto en la visita realizada ayer al centro por la vicepresidenta y consejera de Economía e Innovación, María Dolores Aguilar.

Destacó la vicepresidenta que la inversión de 2,5 millones de euros en tecnología para el Intaex, que ya está funcionando y está a disposición de las empresas de la región, irá acompañada con la construcción de un nuevo edificio unido al actual por una pasarela, que costará 5,5 millones de euros y cuya construcción se inciará a primeros del 2010. Su destino será ampliar espacios de laboratorio y nuevas líneas de investigación, además de albergar el cluster alimentario.

Aguilar abogó por potenciar las políticas de I+d+i. La acompañaron el director del Intaex, Manuel Martín, y la directora de la finca La Orden, Enar Prieto, además de los investigadores del centro.

El Intaex dispone sus líneas de trabajo en las áreas de lácteos, enología, vegetales, cárnicos y aceites, que se han dotado de nuevos equipos. Entre ellos destaca la sala blanca --piloto-- que alberga los equipos necesarios para el procesado de frutas y hortalizas en cuarta gama --producto fresco, cortado e higienizado y listo para el consumo--.

Está también una cámara de altas presiones hidrostáticas, Hyperbaric, para tratamiento de alimentos de quinta gama --producto precocinado y envasado que requiere refrigeración para su comercialización--, con una capacidad de procesamiento de 55 litros, que ayer funcionaba con jamón loncheado, y se puede utilizar con cualquier otro producto. Su presión es similar a la de una sima del fondo del océano, lo que permite eliminar organismos perjudiciales sin que afecten a las características organolépticas de los productos. Este equipo es el único que hay de sus características en todo el sur peninsular y con él se pueden sustituir los tratamientos a base de calor y de pasteurización. También se pudo ver en funcionamiento una almazara tecnológica para seguir todos los datos y procesos de la aceituna.

El equipamiento está a disposición de las empresas que quieran hacer uso de él, para investigación o ensayos propios, o en colaboración con el Intaex.

Además, mediante convenios, poderlos utilizar para la mejora de sus productos; por ejemplo de cara a la exportación, o para realizar estudios de mercado, como señalaron Rosario Ramírez, doctora en veterinaria, responsable de la Hyperbaric, y Mercedes Lozano, del área de vegetales.

El Intaex, inaugurado a finales del 1994, tiene 386 empresas cliente, y una plantilla de 62 personas, que trabajan para la mejora de la calidad de los alimentos, la innovación y transferencia tecnológica.