El proceso de integración entre Caja3 e Ibercaja volvió, una vez más, a complicarse ayer, el día en el que estaba previsto que ambas entidades acordaran definitivamente su fusión y la víspera de la reunión que los representantes de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) mantendrán con sus máximos responsables.

Sin embargo, el contrato no fue rubricado ante la negativa de Caja Badajoz a aceptar algunas de las condiciones incluidas en él, lo que llevó a su presidente, Francisco García Peña, a convocar, con apenas un día de antelación, a los miembros de su consejo de administración para que decidan hoy si se da luz verde al proceso a pesar de todo.

El principal motivo de la discordia es la negativa de la caja extremeña a que su paquete accionarial dentro del nuevo grupo --que algunas fuentes situaban ayer en el entorno del 4,3%-- pudiera verse afectado en un futuro por un ajuste derivado de un cambio de valor en los activos tóxicos que Caja3 ha traspasado al banco malo . Según pudo saber este diario, dicho ajuste tendría un importe máximo de 40 millones de euros y sería soportado exclusivamente por Caja3, que lo cubriría mediante un depósito de acciones a favor de Ibercaja, de forma que la entidad presidida por Amado Franco se guardaría las espaldas ante este eventual deterioro.

NO A PARTES IGUALES Sin embargo, Caja Badajoz se opone a que el riesgo sea compartido a partes iguales con sus socias, ya que su balance apenas si estaba expuesto al sector inmobiliario en comparación a la situación que presentaban los de CAI y Cajacírculo. Fuentes cercanas a la caja extremeña reiteraron ayer que de los 2.212 millones que Caja3 cedió a la Sareb en febrero, el porcentaje que provenía de Caja Badajoz era "ridículo".

Otro punto de discordia es la cartera de híbridos de Caja3 --de nuevo con origen en Zaragoza y Burgos-- por la que la entidad extremeña tampoco quiere verse perjudicada. Ambos aspectos figuran entre las condiciones que el Consejo de Administración de Caja Badajoz fijo el pasado lunes para dar luz verde a la fusión con Ibercaja, por lo que éste fue nuevamente convocado para decidir hoy qué postura se adopta. No obstante, las mencionadas fuentes consideraron ayer poco probable una negativa a seguir adelante con el proceso. "Es integración o intervención" (del Banco de España), resumieron.

Con todo, ayer por la tarde Caja3 remitía un comunicado a los medios en el que se informaba de que "los consejos de administración de los dos bancos, Ibercaja y Caja3, han alcanzado un acuerdo de integración, que se implementará jurídicamente en los próximos días, procediéndose entonces a la firma del correspondiente contrato". De ello se desprende que ayer no se rubricó el acuerdo, aunque la entidad apuntaba en la misma nota que "el protocolo de integración existente entre los dos bancos adoptará la forma de contrato de integración, en los términos acordados en su día".

Sin embargo, no hubo notificación del acuerdo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tal y como estaba previsto y, por lo tanto, no hubo fumata blanca. El escueto comunicado de Caja3 continuaba: "Tras el acuerdo alcanzado, pendiente de implementación, mañana (por hoy) directivos de Ibercaja y Caja3 se reunirán con los representantes de la troika para exponer de manera conjunta el proyecto".