La Interprofesional del Tabaco analizará el lunes, en presencia de un abogado, la crisis abierta en el sector tras la petición de numerosos agricultores que reclaman una reducción de la producción para lograr un importe mayor de la prima comunitaria.

El asunto será abordado en Madrid después de la negativa de Cetarsa a que tan delicado tema se trate en su sede social. Pero antes hay convocada una asamblea de productores fijada para mañana en Talayuela a la que se espera la asistencia de más de mil personas y en la que se formulará un polémico planteamiento: reducir cosecha para cobrar más ayuda.

La reunión que el miércoles mantuvo el consejero de Agricultura, José Luis Quintana, con los representantes del sector, ha despejado algunas dudas: las APAs afines a UPA-UCE (Cotabaco, Grutaba, Tabaco de Cáceres y Tabacos de Talayuela) no irán a la asamblea; SAT Asociaciones Agrupadas TAB, integrada en Asaja, enviará a su presidente a título personal, e Ibertabaco lo decide hoy en consejo rector. Pero la pregunta que se formulan los agricultores es qué ocurrirá si más de mil personas, al margen de sus APAs, deciden reducir la producción y sus representantes, que son los que firman los contratos con las transformadoras, no atienden el clamor de un movimiento asambleario; no sería la primera vez que los presidentes de las APAs adoptan acuerdos de espaldas a sus asociados. El presidente de la Interprofesional del Tabaco, Félix Plaza, pidió que cada APA "exprese con valentía su postura" y reclamó prudencia a los promotores por temor "a una posible suspensión temporal de la prima comunitaria".

Esta es la primera vez que un movimiento asambleario se organiza al margen de las APAs y rompe la estructura del sector. La propuesta cuenta con el rechazo de la Consejería de Agricultura, cuyo titular, José Luis Quintana, amenazó el miércoles a las APAs con proponer a Bruselas la eliminación del pago único si los tabaqueros continúan con su actitud. Tampoco los transformadores apoyan la idea por considerar que reducir cosecha equivaldría a disminuir el empleo en sus fábricas. Sin embargo, los promotores sostienen que "con 280 pesetas más el precio comercial es inviable poner tabaco".Pero el tiempo juega en su contra: antes del próximo miércoles hay que firmar los contratos y sus dirigentes no se han dado por enterados de las presiones. Cuando pase la tormenta, el 23 de febrero, la ministra Elena Espinosa, visitará la zona tabaquera, algo que los tabaqueros consideran, cuando menos, "una temeridad".