La primavera pasada, más de setenta kilómetros de río Guadiana, en Extremadura, desaparecieron bajo el manto flotante de una planta exótica llamada Jacinto de Agua o Camalote, procedente del río Amazonas, una de las especies más peligrosas. La globalización ha reducido al mínimo las barreras geográficas antaño casi infranqueables y así es fácil encontrar en nuestros campos y ríos especies exóticas con gran capacidad de adaptación. El espacio de La 2 "El escarabajo verde" ofrece esta semana el reportaje "Invasión verde", sobre las denominadas especies invasoras, que pueden tener un impacto inmenso sobre el ecosistema, pero también sobre la economía y la salud, y pueden convertirse, en casos extremos, en una amenaza para el ser humano. La especie encontrada en el Guadiana está clasificada como una de las cien más peligrosas en cuento a plagas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, y aunque ya ha colonizado los cinco continentes, esta es la primera vez que llega a Europa con tanta fuerza. El impacto ha sido grande, y a pesar de que desde finales de septiembre se están retirando del río miles y miles de toneladas de planta, la primavera acecha y no hay ninguna garantía de que no haya una nueva "explosión verde". Los expertos creen que el Guadiana tendrá que aprender a convivir con el camalote, y todo porque alguien debió de haber hecho un mal uso de la planta, que se utiliza en estanques como elemento ornamental, arrojándola al río sin prever las consecuencias. Ya hay quién defiende la prohibición de la comercialización de algunas de éstas especies invasoras; en algunas comunidades como en Andalucía, se desarrollan programas pioneros para controlar la presencia de especies exóticas invasoras de forma natural, allí donde suponen una amenaza grave para especies autóctonas en peligro de extinción.