La investigación realizada hasta el momento ha descartado la implicación de terceras personas en la muerte de Alfonso Triguero, el empresario de Logrosán que falleció a consecuencia de un disparo de escopeta el pasado 14 de febrero. Se pone así de manifiesto en el auto de prisión provisional decretado por la juez encargada de la instrucción de esta causa, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Logrosán.En cuanto a la implicación de un tercero en los hechos, se hace constar que tal hipótesis, según se desprende del atestado policial, "debe descartarse en tanto que existía una fina capa de polvo encima de los cajones y la apertura de estos no permitía meter la mano", y ante el hecho "de que no se ha encontrado rastro alguno de tercera persona en la casa".Además, "no es creíble" la versión de que una tercera persona pudo cometer el crimen. "No es creíble" la hipótesis de un sicario contratado por un tercero, porque un sicario, se expone, "lo haría con su propia pistola y munición, y no utilizando como arma del crimen una escopeta propiedad del novio de la hija --que no está habitualmente en la casa- y como munición los cartuchos que el hijo guarda en su habitación".Y "tampoco es creíble" la versión del robo dada por los acusados, ya que además de "estar intacta la caja fuerte de la vivienda", las pruebas practicadas "han corroborado" que el salón de la casa "se ha simulado para hacer simular un robo".En cuanto al móvil del crimen, por la acusación pública se reconoció ayer a este diario que "aún no se ha esclarecido". Según se indicó, precisamente en estos momentos la investigación se centra en tratar de esclarecer el móvil, que no se descarta sea pasional, "al tratarse de un crimen en familia", aunque una de las principales hipótesis que se baraja es el económico. De las actuaciones "cabe reseñar la existencia de un seguro de vida por importe de 30.000 euros que, en caso de fallecimiento de Alfonso Triguero, tiene como beneficiarios a su mujer y sus hijos".