El año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de septiembre y que acabó ayer, destaca por ser el más seco desde 1947 según los datos del Instituto Nacional de Meteorología.

A este escasez extrema ha contribuido la sequía acusada de la mayor parte del otoño y casi todo el invierno, y es que, desde noviembre hasta marzo todos los meses han sido secos o muy secos.

El déficit registrado en enero es uno de los más llamativos. Durante este mes sólo llovio el 16% del valor medio. En compensación, está el porcentaje de diciembre se sitúo en el 62%, siendo este mes el menos seco del conjunto citado. Los porcentajes de noviembre, febrero y marzo fueron de 44, 55 y 60% respectivamente.

La ausencia de precipitaciones durante el invierno ha provocado que este año la media se sitúe en los 400 milímetros. Otros años con precipitaciones por debajo de los 500 milímetros y considerados también muy secos fueron 1947, 1964, 1980 y 1998.

En el extremo opuesto se encontrarían 1955, 1959, 1963, 1965, 1987, 1995, 1996 y 2000, años muy húmedos con lluvias por encima de los 800 milímetros.