José María Guapo, el hombre que mató a su esposa el viernes en Las Casiñas, declaró a la Guardia Civil, tras la detención, que no quiso acabar con la vida de su esposa, Isabel Augusto, y que la muerte se produjo después de que ambos discutieran y forcejearan, según han confirmado a EL PERIODICO fuentes cercanas al caso. El detenido, que tenía una orden de alejamiento, reconoció, eso sí, que la cogió del cuello y que ella se dio un golpe como consecuencia del forcejeo.

La autopsia practicada en Cáceres, que no ha trascendido, debe determinar si la maltratada, de 54 años, murió por asfixia, a causa del estrangulamiento, o por un golpe en la cabeza.

La muerte de Isabel se produjo, según la versión del detenido, a primera hora de la mañana. Nada ha trascendido sobre qué hizo en la casa José María hasta que uno de sus hijos llegó a ella a la hora de comer. Según la versión del detenido, intentó suicidarse con una cuerda.

Fuentes cercanas al caso confirmaron que Isabel Augusto había acudido a los juzgados madrileños en dos ocasiones a pedir que le retiraran la orden de alejamiento a su marido. Esto explicaría porqué se encontraban juntos de vacaciones en su pueblo, pese a la citada medida judicial y aunque, oficialmente, ella residió en el municipio madrileño de Humanes y él en el populoso barrio de Vallecas.

Mientras avanza la investigación, el detenido seguía ayer internado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Virgen de la Montaña, en Cáceres, donde se le han practicado pruebas médicas para determinar su estado de salud, sobre todo psicológico.

En Valencia de Alcántara, municipio al que pertenece la pedanía de Las Casiñas, cientos de vecinos despidieron ayer a Isabel. El párroco arcipreste de la Iglesia de la Encarnación, Jesús Martín, ofició el funeral, al que asistieron los cuatro hijos de la mujer, tres de ellos fruto del matrimonio con José María, de 66 años, su presunto asesino, informaron a EFE fuentes del pueblo.

Al acto religioso asistieron el alcalde, Luis Moreno, y el resto de la corporación local. Tras la misa funeral, la mujer fue trasladada a Humanes, donde trabajaba de limpiadora en un colegio, para ser enterrada.

A instancia de varios vecinos de Valencia, se ha convocado hoy a las 13 horas una concentración en la plaza para condenar el crimen de Isabel, la primera víctima de la violencia machista en Extremadura desde el 2006.