Algo tan básico como llevar el coche o la moto a pasar la inspección técnica de vehículos (ITV) puede evitar más de un susto a conductores y pasajeros. Según el Instituto de Seguridad Vial de la Universidad Carlos III de Madrid, ser consecuente con esta obligación reduce en casi 8.000 los accidentes de tráfico que se producen cada año en España y evita que más de 400 personas pierdan la vida en la carretera.

Por eso llaman la atención hechos como que uno de cada cinco vehículos que se someten en la región a esta inspección de mecánica no la superan. Y más teniendo en cuenta que los motivos más habituales de rechazo son las deficiencias en elementos claves para la seguridad del automóvil y sus ocupantes como las luces, los frenos, las ruedas y neumáticos, los sistemas de suspensión y los ejes. Estos factores están detrás de siete de cada diez suspensos. Aunque lo importante es que estas imprudencias pueden desencadenar, agravar o contribuir a que se produzcan accidentes: bien por falta de visibilidad, si el sistema de alumbrado no funciona debidamente; por no advertir de movimientos laterales a los demás usuarios, si no parpadean los intermitentes; por imposibilidad de evitar una colisión, si los frenos están gastados; o por reventones o inestabilidad del vehículo si lo que se encuentra en mal estado son los neumáticos o la suspensión.

El doble de inspecciones

"Tener nuestros vehículos debidamente inspeccionados es una garantía para la seguridad vial que no debemos eludir", subrayan desde la Consejería de Fomento. Este departamento de la Junta de Extremadura controla las 12 estaciones fijas y ocho unidades móviles de ITV existentes en la región. Por las instalaciones de unas y otras pasaron el año pasado 514.531 automóviles entre turismos, camiones, caravanas, vehículos agrícolas, motocicletas, ciclomotores, cuadriciclos y quads.

En total se realizaron 4.000 inspecciones menos que en el 2009. En parte porque hubo menos suspensos (21,28% en 2010; 22,25% en 2009) y, por tanto, menos vehículos que tuvieron que repetir la prueba. Pero sobre todo, según explican desde Fomento, porque los ciclomotores, inspeccionados por primera vez en el 2009 --por el cambio de normativa--, pasan la revisión cada dos años y, por tanto, muchos no tuvieron que acudir a la ITV durante el pasado ejercicio.

Lo cierto es que la actividad en las estaciones extremeñas se ha disparado en los últimos años. En el 2006, por ejemplo, apenas se realizaron 278.700 inspecciones, casi la mitad que en los dos últimos años (en ambos casos, por encima de las 510.000 pruebas). Entre los motivos están el aumento del parque de vehículos (de 669.000 en el 2006 a 744.000 en el 2009) y la disponibilidad de más estaciones fijas y móviles (en 2008 había 10 y dos, respectivamente, por las 12 y ocho actuales). También han influido las modificaciones legales, que ha obligado a someter algunos vehículos a estas revisiones de las que antes estaban parcial o totalmente eximidos.

Paralelamente, aunque de forma mucho más moderada, también se ha incrementado el índice de rechazos. En el 2006 no superaban la inspección el 18,5% de los vehículos; en el 2009 era ya el 22,2% y en el 2010 ha bajado levemente al 21,3%. "La evolución se debe principalmente a las inspecciones de vehículos agrícolas, que aunque ya se realizaba con anterioridad, empezaron de forma masiva con las estaciones móviles que comenzaron a desplazarse a todas las localidades extremeñas a partir del último trimestre del 2008. Y también ha influido la incorporación de los ciclomotores al ciclo de inspecciones periódicas, desde el 1 de enero del 2009", explican en Fomento.

No obstante, desde el sector estiman que entre el 15 y el 20% de las unidades del parque automovilístico eluden someterse a la ITV, obligatoria por ley. Por eso desde la Junta hacen un llamamiento a la responsabilidad de los propietarios y recuerdan que el importe de las tasas que hay que abonar en Extremadura (28,71 euros los vehículos ligeros y 49,45 los pesados) es el más bajo de todo el país.