Izquierda Unida cambiará su estrategia y saldrá "a la calle" para poner en conocimiento de la opinión pública la represión que, a su juicio, sufren las personas que se manifiestan en contra de la refinería en la región, anunció ayer el coordinador de Presidencia de la coalición, Andrés Talavero.

Talavero manifestó ayer en Mérida que "llevamos mucho tiempo encerrados en las sedes e instituciones y tenemos que empezar a salir porque los últimos acontecimientos están demasiado silenciados y si no se dicen, la gente no se va a enterar". La primera campaña de esta nueva estrategia comenzó ayer en el mercadillo de Mérida con el reparto de octavillas "por los ciudadanos que fueron denunciados simplemente por intentar acudir a los plenos de Montijo y Villafranca para conocer qué decisiones tomaban sus representantes", explicó Talavero, informa Efe.

Talavero se refirió así a los expedientes sancionadores abiertos por la Delegación del Gobierno a ciudadanos por proferir insultos y gritos a concejales de Villafranca de los Barros en contra de la instalación de una refinería en la comarca de Tierra de Barros a la salida de un pleno municipal.

El coordinador de la Presidencia subrayó que los plenos de los ayuntamientos "teóricamente son públicos", por lo que considera que los ciudadanos de esta población fueron denunciados injustamente.