El Partido Comunista Portugués (PCP) y el Bloco de Esquerda estarían dispuestos a apoyar el comienzo de las obras del tramo luso de la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa. El Gobierno del socialista José Sócrates depende de los votos de al menos una de estas dos formaciones para impedir que salga adelante una iniciativa del CDS destinada a frenar el comienzo de estas obras, y que se debatirá en el parlamento el próximo día 28. De salir adelante, se quedaría sin validez la firma de los contratos de adjudicación del primer tramo luso de esta línea ferroviaria, el que une Caya con Poceirao, que tendrá lugar esta semana. La propuesta del CDS contará con el apoyo del otro partido de la derecha portuguesa, el socialdemócrata.

Según publicaba ayer Diario de Noticias , el secretario general del PCP, Jerónimo de Sousa, ha manifestado que en su partido están "dispuestos a ayudar" a Sócrates, ya que consideran que la alta velocidad "es un proyecto importante para el país". Como condición pone que "el proyecto del Gobierno comprenda una visión de inversión nacional y que su ejecución incorpore la producción nacional". En cualquier caso, y a pesar de que reconoció "la necesidad de mantener Portugal ligado al resto de Europa", indicó que el PCP todavía no tiene decidido cuál será el sentido de su voto. Sobre este punto, fuentes del PCP habrían señalado además que este partido se encuentra ante un dilema, ya que si bien se oponen a la suspensión del proyecto, no están de acuerdo con que se recurra a sociedades público privadas para ejecutarlo.

En cuanto al Bloco de Esquerda , su líder Francisco Louça recordó que este partido siempre ha defendido "que debe haber una unión ferroviaria entre Portugal y Europa", pero también puso un requisito para ayudar a los socialistas: "Consideramos que es preciso analizar la forma y los plazos en los que va a realizarse", a la vez que aseguró que también en su caso aún está por decidir cuál será su postura final.

Otro diario luso, Público , recogía ayer unas declaraciones del primer ministro José Sócrates en las que sostuvo que nadie en el país puede "aceptar que estemos estudiando la línea de alta velocidad desde hace 20 años y que, ahora que la adjudicamos, se retrase una vez más".