Este verano va a ser "extraordinariamente duro" en materia de incendios forestales, especialmente para las comunidades de Extremadura, Andalucía, las dos Castillas y Galicia. Así lo explicó ayer José Antonio Alonso, ministro del Interior, durante la presentación del Plan Especial de Prevención de Incendios Forestales 2005 de la Guardia Civil, que movilizará al menos a 2.000 efectivos.

El plan trata de ponérselo difícil a quienes de manera negligente o intencionada provoquen un fuego en el monte. Sobre ellos caerá "todo el peso de la ley", subrayó el ministro. Alonso dijo que en torno al 10% de los incendios forestales de España son intencionados, una cifra que se dispara hasta el 46% en el caso de Extremadura, según los datos que manejan los responsables del Plan Infoex.

Como puede observarse en el gráfico, el peor de los últimos años en Extremadura en cuanto a superficie quemada fue el 2003, cuando ardieron más de 41.000 hectáreas. En el 2004 se quemaron 13.500. El 30% de los incendios son de origen desconocido y el 14% obedecen a una negligencia.

Alonso explicó que los primeros cuatro meses del 2005 han sido los más secos de los últimos 50 años, por lo que es "previsible" que las condiciones climatológicas endurezcan la campaña de incendios de verano.

Valoró la labor de investigación de la Guardia Civil durante el ejercicio del 2004, que supuso la detención de 217 personas en toda España y el esclarecimiento del 44% de los 3.533 incendios declarados. En este sentido, anunció que el Ejecutivo pretende ser "extremadamente duro y vigilante" con este tipo de comportamientos --que, en el caso de incendios que pongan en peligro la vida, pueden suponer penas de entre 10 y 20 años--, y solicitó la colaboración ciudadana para ayudar a los investigadores a conocer la autoría de los fuegos.

Añadió que el "magnífico" despliegue realizado por el Instituto Armado, que está en funcionamiento desde ayer hasta el 30 de septiembre, y el resto de actuaciones del Ministerio del Interior en esta materia se coordinarán con el Ministerio de Medio Ambiente y el de Fomento, así como con las comunidades cutónomas y ayuntamientos.

El trabajo de la Guardia Civil se centra en detectar los lugares de riesgo y del inicio de fuegos, establecer cordones de seguridad en torno a ellos y realizar las pesquisas para determinar sus causas y sus autores.