"Me emocioné mucho cuando me llamó el presidente --de la Junta de Extremadura--, porque no me lo esperaba". Para el ex alto representante de la Unión Europea de Política Exterior y Seguridad, Javier Solana, ha sido toda una sorpresa que la Academia Europea de Yuste haya decidido concederle el Premio Carlos V del 2010. Y eso que en los últimos meses no paran de lloverle los reconocimientos: el Premio Extraordinario de Defensa, el Premio de Convivencia, el nombramiento como caballero de la Orden del Toisón de Oro --a cargo del Rey Juan Carlos--. "Es un reconocimiento no a la tarea de uno, sino a una tarea colectiva que se ha llevado a cabo en Europa".

Solana, que además de máximo responsable de la diplomacia europea ha sido secretario general de la OTAN y ministro con distintos gobiernos de Felipe González, no rehuye ningún tema del ámbito político nacional e internacional, como demostró en una entrevista concedida ayer a Canal Extremadura Radio. "Tratar de enfocar los problemas y solucionarlos juntos me parece que es una buena aproximación. Espero que esos esfuerzos conduzcan a encontrar una solución lo más rápida y eficaz", manifestó sobre el pacto para encarar la crisis ofrecido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el miércoles en el Congreso. Y sobre los incidentes registrados el jueves durante una conferencia del ex presidente José María Aznar en Oviedo, señaló: "La libertad de expresión en España debe ser defendida, esté uno de acuerdo o no con Aznar, y yo no lo estoy. Hay que respetar cuando es invitado a hablar para que se pueda expresar".

Política internacional

Retirado de la primera línea de fuego de la política, Solana está decidido a seguir trabajando para Europa a través de su recién retomada vida académica en la Escuela Superior de Dirección y Administración de Empresas (ESADE): "quiero devolver a mi país, a través de la gente joven, las experiencias que he vivido y he podido aprender". En esta institución presidirá el Centro de Economía Global y Asuntos Geopolíticos.

Ayer se pronunció sobre la reacción que tendrá China al encuentro entre Barack Obama y el Dalai Lama: "no pasará de la protesta formal, diplomática, que se ha realizado". Pero además, se retrató como un admirador del presidente americano: "es una persona extraordinaria, con gran capacidad intelectual, de comunicación y una energía espléndida para enfrentarse a los problemas".

Respecto a la seguridad internacional, explicó que hoy los riesgos y amenazas no son las guerras, sino "los grupos terroristas o la piratería como ocurre en sitios donde hay tropas españolas, como Somalia o Afganistán". Aunque también puso el acento sobre el abastecimiento de petróleo o internet y los peligros cibernéticos.