Las intensas lluvias registradas en la región durante los últimos días, sumadas a la evacuación de agua en algunos embalses de la región para evitar el riesgo de que estos alcancen sus cotas máximas, siguen dejando damnificados en la comunidad autónoma. El río Jerte se desbordó ayer en las zonas de ribera baja a su paso por la ciudad de Plasencia y, en Montehermoso, un ganadero ha perdido más de 200 ovejas que fueron arrastradas durante la madrugada del viernes por la crecida del río Alagón.

El temporal comenzó a remitir ayer y las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apunta a una tregua, en cuanto a precipitaciones, para los próximos días. Sin embargos sus efectos han sido bastante negativos en algunos puntos de Extremadura, sobre todo en las comarcas del norte. Así, si el viernes el protagonismo fue para los desbordamientos de los ríos Tiétar y Arrago, ayer el turno fue para el Jerte.

Los operarios del Ayuntamiento de Plasencia tendrán que limpiar los paseos peatonales situados en los dos márgenes de este río. La subida continuada de su caudal provocó que el agua inundase ayer los caminos de las dos orillas hasta hacerlos intransitables en distintos puntos del recorrido.

El origen de esta crecida del Jerte está en las abundantes precipitaciones caídas en la zona durante los últimos días, pero también al desembalse de agua desde la presa situada a pocos kilómetros de la ciudad. Según los últimos datos de las estaciones de medición de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el embalse había soltado más de seis hectómetros cúbicos de agua en apenas 30 horas --entre las 11 de la mañana del viernes y las seis de la tarde de ayer--.

CADAVERES ENCONTRADOS También las intensas lluvias y las operaciones de alivio de las reservas del embalse de Valdeobispo pueden estar detrás de la crecida del río Alagón, que ha ocasionado importantes pérdidas económicas a un ganadero de Carcaboso, Gregorio García, que ha visto perder de un día para otro a unas 200 ovejas ahogadas en las aguas de este afluente del Tajo. Los animales se encontraban en una finca en el término municipal de Montehermoso y, según explicaron a este diario algunos ganaderos de la zona, las ovejas se acercaron a las orillas poco antes de que las riberas quedaran totalmente cubiertas por el agua durante la madrugada y primeras horas del día del pasado viernes.

Tras percatarse de la desaparición del ganado, el afectado puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil de Montehermoso. Aunque algunos ganaderos explicaron que será difícil la localización de las ovejas muertas dado que el gran peso de estos animales mojados hace que permanezcan más tiempo en el fondo del agua, ayer por la mañana fue localizado un grupo de cadáveres de estos animales en una isleta del río en el término municipal de Valrío, según informaron fuentes de la Guardia Civil, que no pudieron detallar el número de ovejas fallecidas encontradas.

Ya durante la jornada del viernes el río Tiétar anegó cerca de 40 hectáreas de cultivo de regadío en el paraje Rincón de la Vega, en el término municipal de Jaraíz de la Vera. Y algo similar ocurrió en el entorno de Moraleja, Huélaga y La Moheda, con explotaciones agrícolas y algunas carreteras y caminos vecinales cubiertos por la crecida del río Arrago.