El presidente de la Fundación del Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI), Jesús Usón, ha sido distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Con este galardón, cuya concesión a propuesta del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales aprobó ayer el Consejo de Ministros, se "premia y destaca el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio".

Muy feliz y satisfecho, Usón atendió ayer las numerosas llamadas que recibió de autoridades, amigos y medios de comunicación. Lo hizo en su despacho del CCMI, donde pasó el día trabajando. "Tendré que demostrar que merezco esta medalla al mérito en el trabajo", bromeó al preguntarle si no disfrutaba del puente festivo.

--Fue el propio ministro, Jesús Caldera, quién le comunicó el martes que la propondría para esta distinción. ¿Alguna vez imagino que ocurriría?

--La verdad es que no. Ha sido algo que no esperaba y cuando el ministro me llamó para comunicármelo no podía creerlo.

--¿Qué significa para usted este reconocimiento nacional?

--Un orgullo y un gran honor, pues no deja de ser un reconocimiento a mi persona. Pero lo que yo de verdad siento profundamente, lo que para mí de verdad es importante, es que el Gobierno español le vaya reconociendo al pueblo extremeño, en mi persona o en otra persona, sus importantes aportaciones. Que cuando está haciendo proyectos de gran calado, como puede ser este centro, se le reconozca públicamente, pues Extremadura sigue siendo aún muchas veces la gran olvidada, cuando tiene méritos y proyectos tan buenos o mejores que cualquier otra autonomía.

--Parece estar más feliz por Extremadura que por sí mismo.

--Ciertamente ese es mi sentimiento. Y espero, estoy convencido de que va a ser así, de que esta medalla que hoy se me concede repercuta, directa o indirectamente, en todo el pueblo extremeño, en los 300 colaboradores científicos que tiene el centro, en el propio centro, en las instituciones... Así lo siento.

--Deja muy claro que aunque no nació en esta región se siente profundamente extremeño. ¿La concesión de la Medalla de Extremadura qué significó?

--Mi mayor orgullo, pues se trata de un reconocimiento de todo el pueblo extremeño, que siempre, y a pesar de no ser nacido aquí, me ha tratado con gran cariño y como a un extremeño más.

--Un reconocimiento regional, y hoy uno nacional. ¿Pondría alguno de ellos en primer lugar?

--Son distintos. La Medalla de Extremadura es muy personal, muy cercana, y la del Mérito en el Trabajo yo creo que es un reconocimiento general a toda la gestión de 22 años que llevo realizando aquí en el centro de Cáceres, y a todo el esfuerzo que se ha plasmado en el apoyo y en el desarrollo de un proyecto como es el CCMI, donde están todos y cada uno de los extremeños y todas y cada una de las instituciones y personas que han apostado y están apostando por este proyecto.

--¿Cuántas distinciones atesora?

--La verdad es que no lo sé. De todas formas, y lo digo con total sinceridad, para mí el mejor premio que tengo es haber podido hacer realidad este proyecto --se refiere al Centro de Cirugía de Mínima Invasión de Cáceres-- y haber sido capaz de llevarlo a buen puerto.

--Respecto al CCMI, ¿alguna novedad tras la apertura en abril de sus nuevas instalaciones?

--Se está ocupando poco a poco y estamos reestructurando absolutamente todo, pues hemos pasado a un centro diez veces mayor del que procedemos y esto hace que ahora nos cueste unos meses el normalizar toda la productividad al cien por cien.