Joan Antoni Melé es el subdirector general en España de Triodos Bank, que hoy recibirá en Plasencia uno de los premios de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) por representar un modelo de banca ética, que promueve un uso responsable del dinero al invertirlo solo en proyectos relacionados con la cultura, la ecología y el sector social. Precisamente, Melé dio ayer una charla en el centro universitario titulada Dinero y conciencia, ¿a quién sirve mi dinero? .

--¿No está reñido hablar de bancos y conciencia?

--A lo mejor lo ha estado un poco, pero no necesariamente. En Holanda existe desde hace 30 años un modelo de banca diferente que no solo busca ganar dinero, sino transformar la sociedad y financiar proyectos encaminados a este fin.

--En España no es muy conocido...

--No es muy conocido porque llegamos hace cinco años con la filosofía de que un banco puede ayudar a mejorar las cosas si se utiliza el dinero con conciencia.

--¿No es arriesgado defender un banco cuando se les responsabiliza en gran parte de la crisis?

--Es fácil echarle la culpa de la crisis a los bancos, pero yo he dirigido treinta años una caja de ahorros y los clientes lo único que hacían era apretarme, nadie me preguntaba dónde iba a ir su dinero.

--¿Triodos puede responder esa pregunta?

--Por supuesto. Nosotros pensamos que las cosas hay que hacerlas de otra manera y publicamos permanentemente los proyectos y a las empresas que estamos financiando porque no es lo mismo invertir en una empresa que explota niños o fabrica armas que en otras que fomentan valores en cultura, ecología o el sector social. Además, somos una banca más segura porque no especulamos, no ponemos en riesgo el dinero de nuestros clientes.

--De ahí el concepto de banca ética...

--Exacto. Porque la gente trae el dinero como a cualquier banco y puede domiciliar su nómina, recibos etcétera, pero le garantizamos que vamos a invertir no solo por ganar dinero, sino con conciencia y responsabilidad, mirando el beneficio de los demás. Por supuesto, somos un banco y buscamos el beneficio económico, pero invertimos en proyectos que nos dan poco dinero si creemos que se ajustan a nuestros valores.

--¿Por ejemplo?

--Damos microcréditos a mujeres de distintos países para que realicen un trabajo de forma autónoma y en Europa invertimos en Holanda, Bélgica, Inglaterra, España y Alemania en proyectos que van desde investigación, a agricultura ecológica, pasando por la educación, los centros de empleo o las personas discapacitadas.

--Ya les han premiado por esa labor...

--Sí, el año pasado, recibimos el premio Financial Times al Banco Sostenible del Año y hoy nos lo da Adenex. Estamos agradecidos porque la gente tiene ganas de un cambio, está empezando a reconocer las cosas que tienen valor y en Extremadura calculamos que abriremos una sucursal el próximo año, aunque todo depende de la demanda.

--¿Qué se necesita para cambiar la banca?

--Los primeros que deben cambiar son los ciudadanos, que deben tomar conciencia del uso que dan a su dinero y ponerlo donde tengamos nuestros valores, no solo pensando en ganar mucho. Los bancos tienen el poder del mundo porque se lo hemos dado, cambiemos nosotros y cambiarán.