Durante la última semana ha sido varias veces portada de la prensa y de los informativos regionales. Sus cambios de opinión se han interpretado como un pulso entre fuerzas internas de su partido. El primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Badajoz, José Antonio Monago, el concejal con mayores responsabilidades en el equipo municipal de gobierno y mano derecha de Miguel Celdrán, podía haber dicho desde un principio que sí ocupaba el puesto dejado por Floriano en el Senado y compaginar este nuevo cargo con el resto (es también diputado regional y presidente provincial del PP) pero rectificó en dos ocasiones y eso no solo disparó las especulaciones sobre crisis en el PP sino que abrió la puerta a una reasignación de competencias en el gobierno local, en el que Monago puede perder peso.

-- ¿Cómo se encuentra?

-- Sin ningún problema. Animado. Yo soy bastante tranquilo.

-- ¿Cómo explica lo ocurrido los últimos días, desde que el martes lo llamaron para ir al Senado, el jueves fue elegido en la Asamblea, el viernes renunció y el lunes recapacitó?

-- La verdad es que es difícil de explicar después de todo lo que se ha podido leer y de todas las fabulaciones que se han hecho, sin contrastar y sin acreditar. Es difícil al final por todo lo que se ha intoxicado con los medios de comunicación. Ni ha habido amenazas, ni nada que se le parezca. A mí se me propuso y yo lo agradecí. Me cogió por sorpresa, yo no lo había pedido y tras una reflexión que hice inmediatamente rechacé esa oferta. Lo hice públicamente y aduje mis motivos. El Comité de Dirección del PP, el lunes pasado, me dijo que no aceptaba mi renuncia, que era lo mejor para la institución y para el partido y como persona que forma parte de la organización me quedé tranquilo con mi conciencia, porque siempre he actuado así. Nuevamente agradezco a todo el mundo la confianza, porque pocas veces en la vida se acuerdan de uno en política, sobre todo cuando uno no aspira a nada en este campo, como es el del Senado. La explicación es muy lógica y muy sencilla. Luego ha habido mil interpretaciones, que si ha habido enfado con el alcalde, pero no tiene ningún sentido y no es verdad que eso haya sido así.

-- ¿Y el puñetazo en la mesa?

-- No lo ha habido y no se hubiera entendido tampoco. Desde luego, quien lo dice es porque no conoce al alcalde de Badajoz.

-- ¿Su decisión última se puede interpretar como que se inclina más por la política regional a costa de la municipal?

-- No. Yo estoy ahora mismo cumpliendo con mis obligaciones y los próximos días ya habrá noticias de proyectos que hay para la ciudad muy importantes. Por tanto, seguimos trabajando no con la misma intensidad. Hay quien dirá que yo aduje razones personales y lo sigo haciendo, pero el compromiso es el que es y al final voy a seguir trabajando en el ámbito local con más intensidad que en los otros ámbitos. En los otros también cumpliré con el nivel de exigencia que tiene cada uno, pero especialmente en el ayuntamiento.

-- Siempre se ha hablado de Monago como el sucesor natural de Celdrán. ¿Es ahora así?

-- Eso se lo tiene que preguntar al alcalde, en primer lugar, y en segundo lugar a los ciudadanos. Esto no es hereditario. En la política no hay títulos hereditarios. También se ha dicho que Monago era el sucesor natural de Floriano. Al final es que Monago está en boca de todos y agradezco tener tantos pretendientes. Pero Monago lo que quiere es cumplir con su obligación como ha venido haciendo hasta ahora y no tengo más pretensión. Entre otras cosas porque en política --siempre lo digo-- mañana es largo plazo.

-- El alcalde prácticamente ha dado por hecho que habrá reorganización de las concejalías.

-- No lo sé. Es una cuestión que la puede contestar él. Además, todas las responsabilidades que nosotros ocupamos son delegaciones suyas y es él quien tiene la autoridad para hacerlo.

--¿Pero cree que es necesario un nuevo reparto porque usted no va a poder con todo? En un primer momento dijo que podría.

-- Lo que creo es que yo le voy a echar más horas a esto de las que le echaba, que ya eran muchas. El lunes. por ejemplo, estuve hasta las nueve de la noche en el ayuntamiento y no suele ser habitual, pero hay una parte de coordinación del grupo que, mientras no se me diga lo contrario yo voy a seguir haciendo. Si eso me exige más horas, las tengo que hacer. Alguien dirá qué pasa con el tema que aduje de mi familia, pues se lo tendré que quitar a mi familia. Esta es una época de la vida y habrá que hacer alguna renuncia.

--Entonces, ¿se va desprender de alguna responsabilidad?

-- Eso no lo sé. Depende del alcalde, que analice en las próximas fechas la carga de trabajo. Fíjese que ya no vuelvo al Senado hasta la siguiente sesión, el día 6 de mayo. Habrá que ir viendo las responsabilidades. Ayer (por el martes) estuve en Madrid y me preguntaron qué quería hacer en el Senado, qué papel quería jugar. Y yo dije que quiero estrictamente cumplir con mi función de senador, pero nada más, porque el ojo está puesto en la responsabilidad de gobierno en el Ayuntamiento de Badajoz. Por tanto, ni me he apuntado a siete comisiones, ni quiero estar en las mesas del Senado, ni ser portavoz de ninguna comisión ni portavoz adjunto, ni nada que se le parezca. De hecho he dicho que solo quiero estar en una comisión, la de comunidades autónomas, por pura coherencia, porque soy senador de la comunidad autónoma.

-- ¿Se siente capaz por tanto de compatibilizar su papel en el Senado con sus funciones actuales en el ayuntamiento?

-- En principio, si el ritmo es éste, sí. Viendo que Francisco Fuentes es el máximo responsable de la organización del PSOE en toda Extremadura y además es senador desde que se inventó el Senado, pues si él ha podido, yo a lo mejor también voy a poder. Diremos con el tiempo qué esfuerzo supone porque no conozco el Senado. En principio, si éste es el ritmo, en abril sí vamos a estar aquí.

--¿Cree que tras todo lo ocurrido en los últimos días ha perdido credibilidad ante la opinión pública?

-- No lo sé. Eso lo tendrán que decir los ciudadanos. He escuchado críticas pero también me han llegado muchas muestras de afecto de muchas personas que me respetan, como gestor o como persona. Vara fue del PP y es presidente de la Junta con el PSOE, pero yo no me he movido de dónde he estado, que es el Partido Popular. La gente puede entender o no alguna posición de José Antonio Monago, pero yo no me he movido del PP. Si Vara moviéndose de formación política llega a presidente de la Junta, yo creo que me he ganado el cielo.

--¿Se arrepiente de algo o cree que lo podría haber hecho de otra manera?

-- Probablemente sí se podría haber hecho de otra manera. Pero hice lo que quería hacer en su momento, dije lo que sentía, lo hice además sin papeles y cuando se habla sin papeles es que se hace con el corazón. Pero al final estas cosas vienen como vienen y son al final experiencias políticas que uno va teniendo con el tiempo.

--¿Y cómo están sus relaciones con el alcalde de Badajoz?

-- Son las mismas que tenía antes de hacer las declaraciones. Son muy buenas y 17 años de trabajo en conjunto lo acreditan. Si hubieran sido malas y hubiera aceptado el Senado a espaldas suyas como algunos aventuraban, ahora mismo estaría hablando de que a lo mejor tenía que dejar las delegaciones o que me hubiera cesado. Son relaciones buenas, de mucho afecto y de mucho cariño.

--¿Seguirá sustituyéndolo cuando se ausente, en los plenos, en vacaciones ...?

-- Imagino que sí. No me ha dicho nada a este respecto. Pero insisto en que lo tiene que contestar el alcalde. El sustituto lo nombra el titular y no soy yo.