Cae la tarde en esta dehesa de encinas y toros bravos de la finca Doña Ana, propiedad de su apoderado, Luis Garzón, en el término municipal de Monforte, en el Alentejo de Portugal. Allí, en la plaza, entre sol y sombra, regala poderosos naturales en un tentadero que abre para El Periódico Extremadura días antes de su debut el sábado en Herrera del Duque, donde con toros de la divisa legendaria de Victorino Martín, ofrecerá su primera corrida de la temporada del covid. Le acompaña su cuadrilla fiel, siempre atenta a cada pase del maestro, que hace del capote su talismán. En el campo, durante esta entrevista, muestra su cara más sincera y cercana. El diestro, admirador de Rafael de Paula y Antonio Ferrera, defiende la tauromaquia como ese arte que encandiló a intelectuales, escritores, pintores y filósofos frente a la “chufla” que llena portadas de papel couché. José Garrido (Badajoz, 1993) elegancia, compromiso y verdad, vuelve a estar listo para rozar la gloria.

-¿Qué es más importante: la fe, el compromiso o la preparación?

-Diría que todo, pero el compromiso y la preparación son fundamentales. La fe en uno mismo es muy importante porque al final depende de lo que tú sientas, de que tú creas en ti para transmitir lo que sientes. Y luego la motivación te hace ponerle pasión a tu toreo.

-¿Cómo se acoplan el toreo y la embestida?

-Pienso que un toro que embiste, aunque embista con agresividad, si tú lo esperas, puedes llegar a reducir su embestida en la muleta, puedes llegar a conducirlo y conseguir torearlo despacio. A mí lo que realmente me reafirma, lo que más me gusta de ser torero es conseguir torear un toro muy despacio. No considero que conozca la ganadería de Victorino Martín al cien por cien y que sea especialista en ella. Sin embargo, creo que lidiar este hierro me va a ser muy útil para mi desarrollo y crecimiento profesional.

-¿Todos los toreros son artistas?

-La tauromaquia es un arte para emocionar al público. La fusión entre el toro y el torero es la mejor pintura u obra de teatro que existe. Si eres capaz de expresar lo que llevas dentro del alma durante la lidia, el toreo es algo muy bello. Hay una persona jugándose la vida, sí, pero ante todo un arte, se crea una belleza sublime.

-¿El más artista?

-Rafael de Paula, Antonio Ferrera, Morante...

-¿Se cumplieron las medidas de seguridad en los festejos de Plasencia o del Puerto de Santa María?

-Hay numerosos espectáculos en los que se respetan muchísimo menos las normativas de seguridad que en una plaza de toros. Todos hemos visto imágenes de conciertos o de acciones cotidianas como montar en el metro de las grandes ciudades, donde se encuentran las personas en un contacto físico continuo. Mientras que un festejo taurino la gente permanece de forma civilizada con su mascarilla e intentando en la medida de lo posible guardar las distancias. No sé si de una manera acertada o no, pero tanto los empresarios como los profesionales del toro velan siempre por la salud del aficionado.

-¿A qué se ha dedicado durante el confinamiento?

-He estado en el campo con los míos, tranquilo, sereno, toreando, haciendo ejercicio y pensando en el instante de vestirme de luces y poder estar en una plaza de toros.

-¿Le interesa la política?

-Es algo que no me llama la atención. Pero en estas circunstancias, debido a la pandemia, siempre estoy pendiente de la actualidad política, económica y sanitaria de nuestro país. Admiro un montón la labor de los sanitarios.

-¿Qué impresión le causa el trato del Ministerio de Cultura a la Fiesta?

-Me parece que estamos teniendo un trato completamente inadecuado y despectivo hacia todo lo que gira alrededor del mundo del toro. El toreo es cultura y, como tal, defendemos nuestros intereses y lo que nos corresponde.

-¿Por qué no hay toros en Cáceres?

-Cáceres es taurina y lo será siempre. Hay una gran afición. He toreado allí con la plaza hasta arriba y he visto largas colas en las taquillas. Lo que pasa es que quizá el ruedo cacereño ha tenido la mala suerte de sufrir las consecuencias de no hacer las cosas bien y de problemas ajenos a lo que es el toreo. Es una verdadera lástima porque podría ser una de las ferias más importantes de Extremadura.

-¿Qué opina que se mezclen los toros con el mundo del corazón?

-La tauromaquia es un arte que encandiló y posee bastante influencia entre intelectuales, escritores, pintores y filósofos frente a la chufla con la que a veces nos relacionamos algunos toreros. Creo que todo esto le quita seriedad a un oficio que siempre ha sido muy respetado.

-Se le ve feliz, concentrado, pleno… ¿Realmente en su interior nota todo eso?

-Pleno es una palabra bastante amplia. Yo tengo mis inquietudes, mis cosas... el toreo es una disciplina para desarrollarse personalmente, y es muy amplio, no es simplemente una profesión de arrojo, de valor, de sensibilidad o un simple espectáculo. Es una arte que te exige llevar a cabo una serie de valores como el compromiso, la disciplina, la autenticidad... Aunque te mentiría si te dijera que ahora no estoy en mi mejor momento. Me siento feliz, disfruto muchísimo, cada día doy un pasito más y lo que más me motiva es que no le veo techo a mi tauromaquia.