Las declaraciones del Papa Francisco I en el regreso de su viaje a Río de Janeiro no han dejado indiferente a nadie.

En el avión de vuelta de su primera visita al extranjero, viaje marcado por un acercamiento a los más desfavorecidos, el Pontífice respondió con total libertad durante aproximadamente una hora y media a los periodistas que viajaban con él. Y no han dejado ningún tema sin abordar.

Con respecto a la homosexualidad, el Santo Padre sorprendía ayer con una comunicación que mantuvo el debate entre desconcierto y admiración ante la posibilidad de aperturismo en el seno principal de la Iglesia Católica, hasta ahora inmovilista al respecto. "Si alguien es gay y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?" fueron algunas de las palabras más resonantes durante la improvisada rueda de prensa del Pontífice.

Unas palabras que José María Núñez, presidente y activista del movimiento de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en la Fundación Triángulo en Extremadura ha calificado de impactantes debido a la importancia de la figura a la que representa en el mundo.

--¿Qué opinión merecen a la Fundación Triángulo las declaraciones de ayer del Papa Francisco I ?

--Lo primero que queremos decir es que esas opiniones se tienen que contextualizar y tomarse con mucha prudencia, porque como titular está muy bien y a nosotros, de hecho, nos encanta que se difunda ese mensaje, porque en el fondo si muestra un pequeño signo de avance. Significa entonces un gesto muy positivo, porque para algunas personas que son homosexuales y son católicas, de alguna manera reconforta ese atisbo de aperturismo, pero debemos tomarlo con mucha cautela porque la realidad es que al mismo tiempo se siguen permitiendo otra serie de cuestiones que a nosotros nos preocupan demasiado.

--El Pontífice, por primera vez, ha reconocido abiertamente la existencia de un lobby gay en el interior del Vaticano al que ha condenado inmediatamente. ¿Cómo ve la fundación la existencia de estos "grupos de presión" en la Iglesia?

--Desde la fundación no conocemos ningún grupo activista que de alguna forma ejerza influencia sobre la Iglesia Católica, ni en este caso sobre el Vaticano. La influencia que podemos hacer nosotros como colectivo es siempre desde lo político y los derechos civiles. Lo único de lo que tenemos constancia es que dentro de los grupos gays existen grupos de cristianos gays que trabajan cada día para que la Iglesia sea lo más aperturista posible.

--"No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios", afirmó Bergoglio cuando se opuso de manera tajante a la aprobación de la ley que consagró en 2010 el matrimonio entre personas del mismo sexo en su propio país, Argentina. ¿Cuánta credibilidad puede tener un Papa que hace estas declaraciones hace escasos tres años ?

--Lo que hizo Bergoglio en su posición en ese momento fue apoyar la doctrina de una Iglesia que no concibe la unión entre personas del mismo sexo dentro de la ley natural de Dios. Ahora bien, se puede subrayar que aunque esto fue así, parece evidente que existe un matiz diferente en sus palabras. Yo creo que lo que dijo, lo dijo y no se va a salir de la norma en cuanto a esa afirmación, pero en este hombre se aprecia una cierta diferencia a la hora de ejercitar su función con respecto a los anteriores Papas, porque consigue seguir la doctrina eclesiástica sin ser tan beligerante como han demostrado otros altos cargos de la Iglesia.

--¿Creen desde su fundación que la Iglesia seguirá este avance aperturista o esto tan solo se quedará en palabras?

--Habrá que esperar. Lo que sí está claro es que ha tenido mucho impacto. Es cierto que los mismos mensajes dichos por distintas personas dependiendo de que rango tengan la repercusión es diferente y este hombre se encuentra en la mayor posición de poder para poder facilitar un cambio de verdad.

--En el caso en que siguiera en la dinámica reformista, ¿cuál sería el siguiente paso que debería dar la Iglesia?

--El solo hecho de que el titular haya aparecido en los todos los medios lo reconocemos como positivo. No obstante, no dejan de ser unas palabras en una rueda de prensa cordial. De ahí a concluir que hay un avance necesitaríamos como mínimo un posicionamiento contra las discriminaciones que sufren gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en muchísimos países del mundo. Nosotros no pedimos reconocimiento jurídico ni nada, solo pedimos que igual que se condena cualquier tipo de asesinato o maltrato, también se condene esto. Esto sí sería un principio para empezar a hablar de aperturismo porque existe el silencio más absoluto hacia esta situación de discriminación.