Nació en Badajoz, en 1950, pero vive en Jerez de los Caballeros desde que se casó hace casi 3 décadas.

Trayectoria: Dirigió el Instituto de la Mujer durante 12 años y ahora ha vuelto a ser concejala del ayuntamiento de Jerez, donde ya pasó 16 años.

Siendo la mayor de ocho hermanas, no es difícil entender que Josefa Caraballo sea feminista. Pero no son sus convicciones las que le llevan a luchar por la igualdad, sino que considera esta tarea un compromiso social, "pero principalmente de las mujeres". Tras doce años al frente del Instituto de la Mujer de la región, la Federación de Mujeres Progresistas en Extremadura ha reconocido su labor con el ´Premio Julia Mayoral a la Defensa de la Igualdad y los Valores Democráticos´ que ya obtuvieron Ibarra, Zapatero y la escritora Isel Rivero.

--¿Considera este premio la culminación de su tarea o aún queda mucho por hacer?

--Personalmente, recibir este premio supone una gran satisfacción, sobre todo porque lleva el nombre de la que fue la primera alcaldesa de España. Pero, más que a nivel personal, creo que este premio es un reconocimiento al proyecto del que he tenido la responsabilidad durante doce años --el Instituto de la Mujer de Extremadura--, así como a la Junta y, por supuesto, a todas esas miles de mujeres extremeñas que se merecen eso y más.

--Pero tras tantos años trabajando por las mujeres extremeñas, ¿cómo valora su situación?

--Desde el ámbito en el que he tenido la responsabilidad --fui la primera concejala en Jerez--, creo que hemos dado un salto muy importante, ya que la presencia de las mujeres en cargos públicos ha aumentado considerablemente. Eso nos ha permitido defender las políticas desde una perspectiva diferente, de género. Por otro lado, creo que la lucha por la igualdad, aunque dura, merece la pena. Es una lucha que mantengo porque, aunque haya finalizado mi responsabilidad institucional, tengo un compromiso como mujer y, desde luego, como militante del feminismo. Todos tenemos ese compromiso, pero principalmente las mujeres.

--Una lucha aún muy necesaria, si atendemos a las cifras de paro femenino, maltrato...

--Es que la lucha por la igualdad es un tema muy complejo, ya que la igualdad real no se ha logrado en ningún lugar del mundo, ni en los países más desarrollados. En cuanto a la situación de Extremadura, es similar a la del resto de España. Lo que hay que tener en cuenta es que sí se está dando un cambio de mentalidad muy importante, que debemos seguir fomentando, fundamentalmente desde la educación.

--En su caso, ha trabajado en todos los frentes, incluso algunos conflictivos --como la lucha contra la prostitución--. ¿Cuáles son los retos ahora?

--Nosotros, desde las instituciones, hemos sido (porque lo que importa es el proyecto, no yo) pioneros en algunos aspectos. Por ejemplo, Extremadura fue la primera que denunció la violencia de género, allá por el año 1986. Y el de la prostitución es otro tema difícil, ya que nadie quería afrontar ese debate y aquí tuvimos la valentía de organizar un seminario para abrirlo. Son cuestiones que siguen abiertas, junto con la cuestión laboral, ya que una de las cosas que más preocupa a las extremeñas, que cada vez se incorporan más al trabajo, es el paro. Es verdad que aún queda mucho por recorrer, pero ante todo hay que seguir dando pasos y no dar ninguno hacia atrás.