El pueblo cacereño de Holguera enterró en la tarde de ayer en el cementerio municipal los restos mortales de José María Muñoz Arroyo, un joven de 24 años que apareció muerto a primera hora de la tarde del viernes tirado en una cuneta, tras una paliza, a unos diez metros de su coche, según han confirmado fuentes de la investigación.

Las causas del fallecimiento aún están por dilucidar, pero todos los indicios apuntan a que fue asesinado, ya que el joven apareció en extrañas circunstancias. José María fue localizado cerca de su automóvil a en la entrada de las instalaciones que la Autoescuela Placentina posee en la entidad local menor de San Gil, según afirmó el tío de la víctima, Miguel Muñoz. Este familiar explicó que el chico fue encontrado por su padre, camionero de profesión, que en ese momento regresaba de trabajar de Malpartida de Plasencia.

Muñoz relató que el padre, sobre las 15 horas, vio desde la carretera y a lo lejos el coche de su hijo, un turismo de color azul. Inmediatamente se acercó al lugar y encontró a su hijo tirado en el suelo aún con vida. El tío del fallecido comentó que su hermano le llamó contándole lo sucedido y que minutos después se trasladó al lugar.

ENCONTRADO CON VIDA Desde allí llamaron al servicio de emergencias del 112. Los sanitarios, que se trasladaron desde Plasencia, intentaron reanimar al chico durante casi una hora, pero no lo consiguieron.

Miguel Muñoz aseguró que cuando encontraron a su sobrino, éste tenía el pantalón roto y el torso desnudo sin camiseta. "Cuando llegamos aún respiraba, le latía el corazón y sacaba sangre por el odio", describió. Otros familiares aseguraron que el chico presentaba importantes signos de violencia.

El autor o autores de la muerte del joven de Holguera se ensañaron además con el vehículo de la víctima ya que resquebrajaron los sillones, extrajeron la batería, que apareció tirada a pocos metros del coche, y destrozaron el interior de la carrocería.

TESTIGO REVELADOR El vehículo de la víctima se encuentra desde el viernes por la tarde en manos de la Guardia Civil que en estos momentos analiza las huellas y cualquier otro resto que pueda dar testimonio de lo ocurrido al mismo tiempo que permita descubrir al autor o autores del suceso. Familiares cercanos a la víctima han asegurado a este diario que en la investigación se cuenta con el testimonio importante del guarda de la Autoescuela Placentina. Al parecer, este testigo vio dos vehículos en torno al coche de la víctima, un turismo SEAT Neón de color amarillo y el otro coche de color blanco, aunque la marca de este último vehículo no se desveló.

Miguel Muñoz comentó que a las siete de la madrugada del viernes estuvo con su sobrino en un bar después de estar en las fiestas que estos días se celebran en El Batán. Después se despidieron y tomaron rumbos diferentes. Miguel Muñoz está convencido que su sobrino conocía a las personas con las que se encontró junto a la Autoescuela Placentina. La investigación se encuentra bajo secreto de sumario en el Juzgado de Plasencia por lo que no está confirmado que se tratara de un ajuste de cuentas.

Al joven se le realizó la autopsia en el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia y los resultados aún no han trascendido.