Los jóvenes señalan vivienda y empleo como sus principales preocupaciones

La dificultad para acceder a una vivienda es el principal problema para el 62,5% de los encuestados, mientras que un 51,48% señalan el desempleo y la precariedad laboral como la cuestión que más les preocupa. Ambas cuestiones vendrían a señalar que los jóvenes extremeños carecen del poder adquisitivo y la estabilidad laboral que les permitiría abandonar el hogar familiar, lo que justificaría su "retraso emancipativo", según el director de este estudio, Santiago Cambero.

Por detrás de la vivienda y el paro los jóvenes de la región se muestran especialmente preocupados por problemas de la agenda política como el terrorismo (en el 30% de los casos), por delante de otras cuestiones como los accidentes de tráfico, la principal preocupación para 16% de los encuestados, o el consumo de drogas, un problema para 14% de los jóvenes. La inmigración ocupa el último lugar entre las cuestiones que más les inquietan, y solo lo perciben algo preocupante un 14,6% de los encuestados.

En todo caso, la vivienda y el paro inquieta más a los chicos, que se revela como "más materialistas" según el estudio, frente a las chicas, que se muestran más preocupadas por los fenómenos del terrorismo, los accidentes de tráfico y el consumo de drogas.

A pesar de esto, el dinero no es una de las principales preocupaciones de los jóvenes de la región, que anteponen a él la salud, la familia y el amor en su ranking de felicidad . El 50% de los jóvenes creen que con una buena salud se puede ser feliz en la actualidad, mientras que solo el 16% considera el dinero como una prioridad.

SOCIABLES Y POCO CRITICOS Cambero destaca que este estudio constituye una exploración sociológica "que persigue analizar e identificar los rasgos más significativos del colectivo juvenil de la Extremadura del siglo XXI". En este sentido, los jóvenes extremeños se ven a sí mismos como "sociables, tolerantes, responsables y comprometidos con su realidad", según el estudio, que revela que también son "conformistas y poco críticos con las injusticias sociales que no les afectan directamente". El estudio define también a los jóvenes de la región como "apáticos", y estos expresan su escaso interés por la actividad política. Solo el 14% de los encuestados participan en alguna organización social, el mismo porcentaje que se interesa por la actividad política.

Los jóvenes se muestran especialmente críticos con la oferta cultural en la región, que para un 36% de los encuestados habría que mejorar en todas las localidades, y especialmente en Cáceres, donde el porcentaje se eleva hasta el 56%.

Junto al ocio, el 29% de los jóvenes de la región observan también deficiencias en la seguridad de su municipio, y un 26% destaca el transportes urbano como una da las cuestiones a mejorar. Por el contrario valoran de forma positiva las infraestructuras de su localidad. Instalaciones deportivas, centros educativos, centros de salud y vías públicas logran el aprobado en todos los municipios (aunque solo los centros educativos llegan al 6), mientras que suspenden las salas de espectáculos, como teatros.

Tampoco aprueban las condiciones de los principales puntos de reunión de los jóvenes los fines de semana. Los espacios destinados al botellón suspenden en Cáceres (3,2), rozan el aprobado en Mérida (4,9) y aprueban en Badajoz (5,5).

A pesar de los problemas que los jóvenes detectan en sus municipios, seis de cada diez desearía vivir para siempre en el misma localidad que ahora, y de marcharse, lo harían a una gran ciudad dentro de la región.