El pequeño Juanmari Corchado volvió ayer a abrir los ojos y de lo primero que se acordó fue de que tenía hambre, que quería comer y beber agua. Permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital madrileño de La Paz, donde la noche de ayer ya fue desentubado y le bajaron la sedación, según contó a este diario su tía. "Estamos muy esperanzados" comentó. Las primeras 72 horas, que se cumplieron anoche, son cruciales. Sus padres permanecían con él, intentado que no se quitase los tubos que aún lleva y que pretendía arrancarse.

Juanmari fue sometido el miércoles a un trasplante de hígado que necesitaba debido al cáncer hepático que padecía, a pesar de que tras las sesiones de quimioterapia se había reducido a un centímetro. Su familia es natural de la localidad pacense de Solana de los Barros.