TStoy lo suficientemente joven como para no acordarme de nada de los casos de corrupción de cuando era presidente del Gobierno el señor Felipe González. Creía que era exagerado lo que me contaban, que no era posible que se hubiese robado tanto. Ahora sí comprendo que es posible, porque lo estoy viendo a diario en los medios de comunicación.

Los políticos se corrompen y no son juzgados, ¿cómo van a ir a la cárcel si los que los juzgan están designados por ellos? Necesitamos nuevas ideas, nuevos partidos... Y estos deben empezar por establecer la independencia del poder judicial; si no, estamos perdidos.