El magistrado-juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz, Emilio Francisco Serrano Molera, considera que la adicción a los videojuegos es un "atenuante de ludopatía", por lo que ha condenado a Raúl J. B., un joven de 27 años de Badajoz, a un año de prisión y una indemnización de 24.876 euros, frente a los cinco años de cárcel y 104.878 euros por daños y perjuicios que solicitaba la acusación. Los hechos se remontan al verano y el otoño del año 2003 cuando este administrador de sistemas y programador informático accedió desde su ordenador en su domicilio a la red interna de administración del juego informático de pago vía internet llamado Dark Age of Camelot , por lo que se le acusó de descubrimiento y revelación de secretos.

El juez se basa en un informe del médico forense D. F. T. de la P., que revela que el imputado cumple ocho criterios de los tenidos en cuenta para apreciar esta patología, siendo suficiente con que concurran cuatro para establecer un diagnóstico, según recoge la sentencia del pasado 15 de febrero a la que ha tenido acceso este periódico. Además, el acusado declaró durante el juicio dedicar unas doce horas diarias a su adicción, lo que "le produce una merma importante de su capacidad volitiva".

Por el contrario, asegura el fallo, no se ha acreditado la realidad de los daños y perjuicios consistentes en costes internos de reparación del sistema y daños morales y lucro por pérdida de imagen y usuarios a la compañía Wanadoo, que explotaba el juego en Europa.

Además, en la sentencia, adelantada ayer en la edición digital de El Mundo, el magistrado absuelve al joven pacense de los delitos de descubrimiento de datos de carácter personal o familiar y de difusión de los mismos.