Volver a la normalidad cuesta en Villafranca de Los Barros, que amanece de nuevo consternada por el dolor y la indignación después de que el pasado domingo, Manuel Delgado decidiera acabar brutalmente con la vida de su esposa, Catalina Tolosa, que anteriormente lo había denunciado por malos tratos. Los vecinos volvieron a concentrarse ayer en repulsa por el crimen machista, esta vez frente a la puerta del Juzgado de Instrucción Número 1 del municipio, donde el asesino confeso estuvo gran parte de la mañana prestando declaración tras pasar a disposición judicial a primera hora. Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), el juez ha decretado prisión incondicional sin fianza para Delgado después de que los forenses emitieran un informe sobre su estado mental a petición de la defensa, que alega problemas de salud.

Hacia el mediodía de ayer Delgado abandonaba las dependencias judiciales de Villafranca para ser trasladado a la cárcel de Badajoz, donde permanecerá ingresado como imputado mientras el TSJEx mantiene abiertas las diligencias penales por delito de asesinato. En la calle lo esperaban, entre la expectación y la indignación, decenas de vecinos que nada más ver asomar los coches de la Guardia Civil, trataron de increpar a Delgado. Le insultaron y le gritaron que era un asesino. La multitud concentrada obligó a la Policía Local a acordonar la zona para facilitar la salida de los vehículos oficiales y el traslado del detenido, y también a cortar el tráfico en la calle Carrera Chica, donde se ubica el juzgado.

Según explican fuentes del TSJEx, tras pasar a disposición judicial, Delgado prestó ayer declaración en concepto de imputado en presencia de su abogado y el Ministerio Fiscal. A petición de la defensa, que alegó problemas de salud para evitar la cárcel, los forenses emitieron un informe sobre su estado mental. Finalmente, a la vista de la declaración del acusado, del reconocimiento de los hechos, del propio informe emitido por los forenses y la petición del Ministerio Fiscal --que exigía prisión provisional-- el juez de instrucción ha dictado un auto en el que decreta su ingreso en la cárcel sin fianza.

Manuel Delgado Gómez, conocido en Villafranca como Kiko, decidió acabar el domingo brutalmente con la vida de la que había sido su mujer durante más de 40 años, Catalina Tolosa, asestándole varios golpes en la cabeza y el tórax con un martillo y provocándole numerosas heridas y cortes con un arma blanca. La pareja estaba en trámites de separación. Catalina lo había denunciado por malos tratos en dos ocasiones y tenía una orden de alejamiento de 250 metros desde el 3 de julio que su exmarido ya burló a los 10 días. El cuerpo sin vida de Cati, muy conocida en el municipio porque había regentado una tienda de ropa, apareció en su domicilio, al que el acusado accedió aprovechando que estaba sola. Minutos después de cometer el crimen Manuel Delgado se dirigió al cuartel de la Guardia Civil, situado a poco más de cien metros del lugar de los hechos, y confesó el crimen.

ANOMALIAS Pese a las informaciones que ayer apuntaban que Manuel Delgado no pasó ante el juez tras incumplir la orden de alejamiento, el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, aseguró que "no se ha producido ninguna anomalía" ya que el expediente de Catalina Tolosa "se ha llevado a cabo perfectamente". López Iglesias ha apuntado que el hecho de que la Guardia Civil dejara en libertad al asesino confeso al apreciar que no había riesgo tras quebrantar la orden de alejamiento y que declarara en el juzgado días después de hacerlo es "un dato más en la investigación". El delegado ha querido dejar claro que por eso "nunca se podrá decir que la pobre señora haya fallecido".

Según ha explicado, la Guardia Civil detuvo al marido por quebrantamiento de la orden de alejamiento y posteriormente, al ver el peso que tenía la denuncia le dejó en libertad, pero dio conocimiento al juez, que posteriormente no creyó conveniente que ingresara en prisión. López Iglesias ha subrayado que todas las circunstancias "hacen ver que el expediente se ha llevado perfectamente y que dentro de los cauces de violencia de género no ha habido ninguna anomalía".

Por su parte, como anunció el pasado lunes el Gobierno regional inició ayer los trámites para personarse como acusación particular en el asesinato de Catalina Tolosa y establecer la obligatoriedad de hacerlo a partir de ahora en todos los casos mortales de violencia de género. Según explicó al término del Consejo de Gobierno la vicepresidenta, Cristina Teniente, la Ley de Igualdad efectiva entre Hombres y Mujeres y contra la Violencia de Género recoge esta vía como una opción a la que la Junta puede acogerse o no, pero la intención es "traducir en obligación lo que se establece como posibilidad". "Extremadura va a ser rotunda en la lucha contra la violencia de género", indicó Teniente, que en nombre del Ejecutivo trasladó "las más sentidas condolencias" a la familia de Catalina.