El Juzgado de Instrucción número 2 de Badajoz ha sido el encargado de llevar el caso de Mari Carmen Morera, la mujer de 34 años, casada y madre de dos hijas, que apareció muerta la madrugada del pasado jueves en su casa, con una herida inciso punzante en el cuello; "con un cuchillo clavado" en esa zona, según manifestó la hija mayor de la mujer a un vecino cuando fue a pedir ayuda, en el pueblo pacense de San Vicente de Alcántara. La juez titular, María Dolores Fernández, se hizo cargo de las primeras diligencias y ayer, según fuentes de la secretaría de dicho juzgado, se hallaba tomando declaraciones. Su primera decisión fue ordenar una segunda autopsia, aunque el juzgado no confirmó este hecho.

El caso, que inicialmente se presentó rodeado de misterio y de extrañas circunstancias, ayer, lejos de aclararse, se enturbió aún más, al ordenarse una segunda autopsia poco antes de trasladar el cuerpo a su pueblo para celebrar el funeral. La orden judicial provocó que la familia tuviera que suspenderlo. Estaba previsto para las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de San Vicente, según manifestó a EL PERIODICO, el párroco que lo iba a oficiar.

Mientras, según la Delegación del Gobierno, la Guardia Civil tiene abierta la investigación y anoche no había ningún detenido, si bien no explicó si se espera, ni las hipótesis sobre las que trabaja la policía sobre si se trata de un suicidio o de un homicidio. Tampoco el juzgado dio información.

EL FUNERAL

Los vecinos y conocidos de la familia acudieron a la iglesia para el entierro y ya había rumores de que no se celebraría el funeral. Luego lo corroboró el párroco. Es posible que el entierro tenga lugar hoy, aunque dadas las circunstancias, todo dependerá de lo que diga la juez, pues ayer se desconocían las causas por las que ordenó practicar una segunda autopsia.

A última hora de la mañana, el jefe de la policía local de San Vicente manifestó que en el ayuntamiento no se había cursado ningún enterramiento. "Aquí no ha venido ni el marido, ni otro familiar", dijo. Otro vecino aseguró que un comercio de un miembro de la familia afectada permanecía cerrado.

Por otro lado, ni el SES, ni el juzgado, ni la Delegación del Gobierno informaron de si permanece ingresado en el Hospital Infanta Cristina el marido de la mujer fallecida, si se ha reunido con sus familiares o si ha prestado declaración ante la Policía Judicial, al ser la única persona adulta que se hallaba en la casa cuando llegaron los médicos y la Guardia Civil, que lo encontraron cogido, o abrazado, según testimonios de los vecinos, al cuerpo de su esposa.